googlef87c5bb6a5dde55a.html content='pX8WnVSvXsrSCE6ThXyzIIPFKBjDfIQaaLIdDsNIBzY=' ADNpressOnline: 2011-02-20

sábado, 26 de febrero de 2011

Los líderes tribales árabes deciden la rebelión para independizarse

Son las poderosas elites militares que iniciaron las protestas y decidieron el resultado de las revoluciones en Egipto y en Túnez, pero en Libia serán las estructuras de poder tribales, menos claras y complejas, las que definan el futuro del presidente Muammar Khadafy, que va perdiendo el apoyo de los clanes cada día que pasa.
El dictador libio siempre confió en su pequeña- tribu Qathathfa para engrosar las filas de sus unidades militares y poder garantizar su seguridad y la del gobierno, pero según los expertos  muchos creen que ese blindaje no será suficiente para mantenerse en el poder.
Khadafy creía tener a todos los jefes tribales de su lado, pero con el comienzo de las protestas, las cosas cambiaron de un clan tras otro le fue dando la espalda .
En Libia existen unos 150 clanes y los expertos afirman que 22 grupos de la región oriental Cirenaica se han unido de forma casi generalizada con los manifestantes antigubernamentales. 
Entre los nuevos líderes de la zona liberada estaría, el ex ministro del Interior, Abdul Fatah Yunis, que pertenece al clan Al-Obeidat, asentado en el este del país.
Pero la primera tribu que le retiró el apoyo a Kadafy en los levantamientos se encuentra en la región occidental. La "traición" del clan Warfalla, al que tienen alrededor de un millón de personas (una sexta parte de la población de Libia), desató un remolino de deserciones que el líder libio ya no pudo frenar. El cambio de bando de los líderes tribales se explica, según los expertos, tanto por el convencimiento de que Kadafy y su estilo de liderazgo sencillamente se han hecho insostenibles, como el miedo de estar en el lado equivocado en una era pos-Khadafy.
"Lo que ocurre en Libia es una vergüenza, un genocidio al pueblo libio", afirmó el clan de Awlad Abu Jussiv en un sitio de Internet opositor.
Los analistas creen que los líderes tribales desempeñarán un papel importante en la etapa pos-Kadafy, ya que apenas existen estructuras políticas capaces de articular un sistema democrático. "En Libia será el sistema tribal, en lugar del ejército, el que decida el balance de poder", dijo en Londres Alia Brahimi, jefa del programa de Africa del Norte de la London School of Economics.Khadafy basó su poder en el sometimiento de los clanes tribales, una estrategia que funcionó mientras su autoridad no estaba cuestionada. Pero tras el levantamiento popular, los antiguos aliados del líder libio son vistos ahora como meros "traidores".
Muchos ya están elaborando planes para la era pos-Kadafy en un escenario de un país dividido en una parte oriental y otra occidental con anarquía similar a la que se vive en Somalia desde hace años pasando por una república reformada. De alli surgiría un gobierno en Trípoli y otro en Benghazi pero se descarta que sea como en Somalia donde los clanes controlan lugares aislados por que no hay un acuerdo general, al no tener un líder dirigente que los aglutine, por lo cuál el papel de los islamitas es efímero pero tanto la insurrección y la violencia ha tomado estado de guerra, y los rebaldes controlan la región oriental intentando avanzar hacia la capital libia, con apoyo de generales y coroneles del ejército que desertaron y no quieren ceder hasta la renuncia de Kadafy, mientra éste todavía se resiste, pero el cerco se le achica cada vez más perdiendo el control del país.
AP, AFP,ADN y EFE.

miércoles, 23 de febrero de 2011

"Las Dinastías políticas árabes en su fin"


Las rebeliones sucesivas en los países árabes se extendieron como reguero de pólvora para frustrar las sucesiones dinásticas de sus mandatarios que quieren perpetuarse en el poder, con gigantescas olas de protestas con varios líderes de la región islámica. La mayoría de ellos déspotas y absolutistas que se consideraban innamovibles familias del poder para perpetuarse por varias generaciones.
 La manifestaciones libias con miles de personas que exigen la renuncia de Muammar Kadafy fueron reprimidas con violencia dejando un saldo de más de 200 muertos y heridos al ser atacados por aire durante la manifestación en Benghazi que fuera llamada " Día de la ira" al convocar a todo el país para exigir su renuncia.
Kadafy llegó al poder el 1º de septiembre de 1969 con un golpe militar y desde entonces gobierna al país sin Parlamento ni Constitución, y hoy las protestas al régimen sacude al mundo musulmán donde se sigue agudizando con expansión expandida hacia Irán, Argelia, Bahrein, y Yemen donde miles de personas toman las calles para revindicar sus protestas por un cambio democrático.
El otro aliado de EE.UU, el Yemen tiene que hacer frente a las marchas y protestas contra el gobierno de Ali Abdullah Saleh que controla desde 1978 con la Guardia Metropolitana, evitó que los militares puedan sentirse tentados por algún golpe sedicioso, para conseguir ser exitoso y mantener la herencia de Bashar al- Assad de 45 años que en 2000 sucedió a su padre Hafez al-Assad, hombre fuerte de Siria desde 1970.
Su régimen estable es cuestionado por los étnicos religiosos excluídos del poder desde hace 40 años por la minoría alauita. 
Ante éste panorama también los reyes Abdala II de Jordania y Mohamed de Marruecos sienten temblar su seguridad en el poder, ya que ambos tienen la legitimidad  de sus padres, pero la explosiva situación socioeconómica en ambos países que están en decadencia pueden dar motivo al estallar en cualquier momento con la primera chispa, dónde ya hubo enfrentamientos policiales en la ciudad portuaria de Aden que dejaron 30 muertos.
En Bahrein manifestantes avanzan sobre la ciudad de Manama para exigir por la muerte de un manifestante con las fuerzas de seguridad y exigir un cambio en el gobierno.
Por su parte en el Irán los islámicos de la linea dura se enfrentaron en Teherán durante una procesión fúnebre de un estudiante muerto en una protesta contra el gobierno.
En Argelia el presidente Abdelaziz Buteflika de 73 años que sufriría cáncer transfirió parte de su poder a su hermano Saidy que maniobra en la penumbra para obtener la cúspide, al heredarlo. Pero los adeptos que siguen al padre tienen intenciones de lanzar sus candidaturas en 2014, si Abdelaziz decide no postularse a pesar que éstos planes tropiezan con las ambiciones del general Mohamed Mediene como líder más reconocido.

domingo, 20 de febrero de 2011

Egipto con su liberación promete vigilar su transición y respetar la paz y expandir su revolución hacia otros países árabes

Terminados los actos de protesta despues del retiro de Mubabak en la plaza Tahrir la gente vuelve a ella para festejar una gesta histórica, la revolución popular que en tres semanas puso fin al régimen opresivo y la asunción de las fuerzas armadas formaron el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas y reiteraron la voluntad de lierar una transición democrática civil con apertura eleccionaria y respetar también los tratados nacionales y internacionales que fue bien recibido por Israel que no ocultó siempre su preocupación.
También las organizaciones islámicas como la Hermandad Musulmana pusieron una amplia fracción de apoyo dentro de la cautela para no confrontar con el Estado anterior en lo político y hacia los gobernantes islamistas del Irán que gobiernan con grupos turcos con su premier Recep Tayyip Erdogan uno de los líderes musulmanes más popular.Pero la crisis que atraviesa el islamismo por su continuada negligencia de los derechos de su pueblo con violaciones puede ser la señal de una nueva era de resurgimiento caracterizado por una forma de gobierno religioso diferente para alentar la sensibilidad de la sociedad que tome una democracia en serio.
La rebelión popular egipcia dió vuelta la página y su irradiación son los expresivos de un despertar político global. Este comenzó con el fin de la guerra fría, continuó en Iberoamérica, puede afectar a Europa con la irrupción de la crisis económica y se está expandiendo de manera como una mancha voraz en el norte de África y el Oriente Medio.
Algo que le quedará por develar la salida de Mubarak es su fortuna que ascendería a U$S 70.000 millones y las voces se alzan pidiendo una auditoría para develar el misterio de sus bienes y a pocas horas de sus renuncia los funcionarios suizos de todoslos bancos congelaran sus activos a su familia y exfuncionarios allegados. Por su parte los líderes de laoposoción comprometieron presionar una investigación de las finanzas de Mubarak.
Las estimaciones varían mucho las cifras entre rumores pero los funcionarios norteamericanos calculan su fortuna entre 2000 y 3000 millones de dólares.
"Si bien la corrupción de la familia Mubarak no consistía en robar del presupuesto sino transformar el capital político en privado", expresó Samer Solimán profesor de economía política de la Universidad Norteamericana en El Cairo, pero más difícil sea contestar el nivel de corrupción que involucra al propio Mubarak.
Como un eco que se expande en toda la región iraní, las rebeliones de Egipto y de Túnez que inspiraron en sus manifestaciones de protesta en varios países de Medio Oriente, se suman entre ellos Irán, Yemen y Bahrein, y en Libia las fuerzas de Kadafi reprimió con fuerte opresión, y también están Jordania, Marruecos y Argelia, donde miles de personas salieron a las calles para pedir mayores libertades.
La marcha más significativa fue en Teherán, donde los organizadores intentaron evocar y solidarizarse con el reciente levantamiento popular en Egipto, que acabó con el gobierno de dictatorial de Hosni Mubarak.
Decenas de miles de opositores desafiaron la prohibición del gobierno y se enfrentaron con la policía en la plaza Enghelab (de la Revolución), en el centro de la capital, así como en la plaza Imam Hossein, y en otras ciudades de Irán.
Las fuerzas de seguridad reprimieron a los manifestantes con golpes y gases lacrimógenos y, según los testigos, hubo numerosas detenciones, entre ellas la del cónsul español, Ignacio Pérez Cambra, que estuvo retenido en una comisaría durante más de cuatro horas y luego fue liberado.
"Te apoyamos Moussavi", dijo uno de los manifestantes, en referencia a Mir Hossein Moussavi, uno de los líderes iraní de la oposición y ex candidato presidencial.
"Un iraní muere pero no acepta la humillación" y "Muerte al dictador", decían otros, refiriéndose al presidente Mahmoud Ahmadinejad.
Mientras crece el temor a un efecto dominó en el mundo árabe tras la caída de los presidentes de Egipto y Túnez, manifestaciones antigubernamentales se repitieron ahora en Bahrein, donde la represión policial dejó dos muertos, y Yemen, donde unos 1000 manifestantes chocaron con la policía.
En Bahrein, un reino del Golfo Pérsico que tiene sus reservas petroleras agotadas y es relativamente pobre en comparación con las otras monarquías de la región, la policía utilizó gases lacrimógenos para dispersar a cientos de manifestantes en varias localidades chiitas, según testigos.
En Libia se suman cada vez más las protestas contra el régimen de Kadafy que lleva 200 muertos, en tanto su hijo de 42 años Serif al Islam adelantó introducir reformas y advirtió sobre un complot de derrocar a su padre están orquestadas por organizaciones islámicas con el objeto de dividir al país, regidos por la Sharia (ley sagrada de los musulmanes), y los líderes tribales del éste.

Libia así corre el riesgo de entrar en una guerra civil y aclaró que su padre no es Mubarak ni Zini al Abidine los ex derrocados de Egipto y Túnez. 
En el discurso que pronunció anoche, Seif El Islam dió a entender que el régimen libio no iba a permanecer con los brazos cruzados y aseguró que el ejército desempeñará "un papel esencial" en el restablecimiento de la seguridad.
Ante ésto miles de personas salieron a la calle en Trípoli incendiando la sede del gobierno y varios edificios públicos, entre los que se encuentran el Ministerio de Justicia. "Esta situación favorece que haya rumores alarmantes por parte de unos y otros", explicó el periodista libio Nezar Ahmed, quien mencionó entre ellos la posible huida del país de Kadafy y dimisiones entre altos dirigentes del ejército y otros cuerpos de seguridad.
Ya una gran mayoría de las muertes no tuvieron lugar en Trípoli sino en la ciudad de Benghazi, la segunda del país, donde comenzaron las protestas. En ésta ciudad ubicada al este de Libia, se registraron los enfrentamientos más sangrientos con las fuerzas de seguridad y desde hoy los opositores tomaron el control del aeropuerto.
En la medianoche de ayer la gente tomó el control del aeropuerto de Benghazi al dejar los soldados las armas y abandonar el aeropuerto, al escuchar que Kadafy había huido del país. La gente tomó sus armas para enfrentarse, relató Servet Zengin, un trabajador turco atrapado en ésa ciudad.
Ante la enorme escalada de violencia y el silencio del gobierno de Trípoli, el premier, Al-Baghdadi al-Mahmudi, declaró que Libia "tiene derecho a tomar las medidas para preservar la estabilidad del país", según indicó la agencia estatal Jana.