Sin dudas que la pieza más estudiada en el mundo durante siglos es el "Santo Sudario" de tradición cristiana, y en Turin fue objeto de nuevas teorías é investigaciones que parecería confirmar su autenticidad cuyos resultados fueron publicados en la revista científica estadounidense "PlosOne", que apoya la teoría de que la sábana utilizada como una mortaja, es cierto.
Elvio Carlino, investigador del Instituto de Cristalografía de Bari, en Italia, dijo que la pieza textil de tres metros de largo por uno de ancho, con una imágen ligeramente manchada de un hombre que representa a los cristianos representa a Jesús, contiene minúsculas partículas que revelan un "gran sufrimiento" de una víctima " envuelta en la mortaja funeraria". Éstas partículas tenían una "estructura, tamaño y distribución peculiares", añadió Giulio Fanti, profesor de la Universidad de Padua.
En un artículo titulado "Nueva evidencia biológica de los estudios de resolución atómica en el Sudario de Turín", los investigadores afirman que la sangre en el tejido contenía altos niveles de creatinina y ferritina, sustancias encontradas en pacientes que sufren fuertes traumas, como la tortura. "Estos descubrimientos sólo pudieron ser revelados por los métodos desarrollados recientemente en el campo de la microscopía electrónica," aclaró Elvio. Dijo que la investigación marcó el primer estudio "de las propiedades en nano-escala de una fibra pura extraída del Manto de Turín". El análisis fue realizado por el Instituto Oficial de Materiales en Trieste y el Instituto de Cristalografía de Bari, ambos bajo el liderazgo del Consejo Nacional de Investigación de Italia, así como del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Padua.
Investigaciones anteriores aseguraban que el tejido era más reciente-de la época medieval- y por ello la imagen había sido creada por falsificadores.
El hecho de que el mismo está manchado de sangre ya es considerado incontestable. Fanti, uno de los estudiosos del sudario, creía que la imagen representada en la mortaja podría haber sido el resultado de una explosión de "energía radiante", como luz ultravioleta, rayos X o corrientes de partículas que emanan del propio cuerpo humano.
El sudario está actualmente en exhibición en la Catedral de San Juan Bautista en Turín, Italia. Durante una visita a la ciudad en 2015, el Papa Francisco hizo una pausa y una oración silenciosa ante la "Sábana Santa".
