googlef87c5bb6a5dde55a.html content='pX8WnVSvXsrSCE6ThXyzIIPFKBjDfIQaaLIdDsNIBzY=' ADNpressOnline: 2008-08-03

lunes, 4 de agosto de 2008

"Hay ... AGUA, en el Planeta rojo"

Después de cinco años de ensayos, la sonda Phoenix, de la NASA, se lanzó de su espacio orbital hacia su cita con Marte, mientras la fuerza de gravedad del planeta rojo la atraía hacia su superficie y la astmósfera la sometía a una elevadísima fricción. Cuando alcanzó una velocidad de unos 1800 kilómetros por hora, lo que en la atmósfera de Marte es cerca de 1,5 veces la velocidad del sonido, el paracaídas se abrió. Siete minutos antes de posarse sobre la superficie marciana, la nave Phoenix tocó la atmósfera del planeta, donde la fricción comenzó a frenarla lentamente. Durante el descenso, un escudo absorbió buena parte del calor, generando en ese proceso energía suficiente para iluminar una ciudad. La nave se deshizo del escudo de calor, sus tres patas se desplegaron y abrieron para posarse en la superficie y el casco de la nave se desprendió.
Finalmente, 12 pequeños cohetes propulsores se encendieron para que se desplazara a unos ocho kilómetros por hora y la guiaron hasta la superficie.
Fue un final "a toda orquesta", marcado por las exclamaciones de entusiasmo de los científicos que seguían segundo a segundo el complejo descenso, al "Phoenix amartizar, ... Phoenix amartizó"!!!, anunció una voz en el Centro de Control de la NASA.
"Amartizar es el más exigente desafío que se pueda enfrentar en el espacio". La historia de los éxitos y fracasos de los viajes a Marte indican que se cuenta con menos de un 50% de posibilidades de éxito. Así la NASA confirmó a través de su nave Phoenix que está en Marte que de su suelo consiguió analizar la existencia de vapores de agua y lo afirmó Williams Baynton, jefe del grupo que dirige el operativo de la nave.
Ya el orbitador Odyssey tenía observado en sus circunvalaciones desde el espacio la existencia de cristales de hielo en sus polos marcianos. Los robots Spirit y Opportunity comenzaron su misión en Marte a inicios de 2004, y continuaron funcionando más allá de sus capacidades inicialmente previstas por la NASA.
Ya han descubierto varios otros índices de presencia de agua, entre ellos rocas cristalizadas y ahora los científicos buscan prolongar la misión de exploración hasta el 30 de septiembre para explorar si alguna vez hubo vida en el planeta rojo y para ello será necesario conocer la existencia de microbios o algún otro tipo de vida de seres vivos que pueda tener existido ó exista.
La tarea del brazo robótico será excavar zanjas en el suelo marciano con el objeto de conocer su composición además de conocer la existencia de magnesio, silicio, sodio y potasio entre otros elementos y si fué habitable ó " existió algún organsmo que pudo haber vivido en ese ambiente", expresó Peter Smith, el jefe de la misión Phoenix.
Marte es un planeta frío y desértico sin agua líquida superficial. Pero el hielo acecha justo debajo del ártico marciano.
Descubrimientos realizados por el Mars Odyssey Orbiter en 2002 muestran grandes cantidades de hielo debajo de la superficie de la planicie del ártico, en el hemisferio norte.
La sonda Phoenix tiene como objetivo esta sobre la región circumpolar y utilizará un brazo robótico para excavar a través de la capa superior de tierra y llegar al hielo. Tomará muestras y las analizará en su plataforma equipada para realizar complejos análisis químicos. Recogerá y examinará muestras de hielo y rocas en busca de huellas de formas microscópicas de vida.
Será la primera misión que obtendrá datos de ambas regiones polares y permitirá alcanzar las cuatro metas del programa de la NASA para el planeta rojo: determinar si alguna vez hubo agua en Marte; caracterizar el clima; caracterizar la geología, y preparar el camino para la exploración humana.
La misión Phoenix es un consorcio en el que intervienen también la Agencia Espacial Canadiense, la Universidad de Neuchatel, Suiza, las universidades de Copenhagen y Aarhus, en Dinamarca; el Instituto Max Planck, Alemania y el Instituto Meteorológico de Finlandia.
Marte es uno de los cinco planetas conocidos por los antiguos. Era el dios romano de la guerra y la agricultura. Es el tercero entre los objetos más brillantes del cielo nocturno, después de la Luna y Venus. Su masa es un décimo de la de la Tierra; la gravedad es el 38% de la de nuestro planeta. Su distancia del sol varía entre un mínimo de 206,7 millones de kilómetros y un máximo de 249,2 kilómetros. Da una vuelta alrededor del sol cada 687 días. El día marciano dura 24 horas, 39 minutos, 35 segundos. El promedio de temperatura en su superficie alcanza los -53 grados Celsius y va de -128 grados, durante la noche en los polos, a 27 grados Celsius, al mediodía en el Ecuador.
Fuente AFP, IFP, LA NACION