googlef87c5bb6a5dde55a.html content='pX8WnVSvXsrSCE6ThXyzIIPFKBjDfIQaaLIdDsNIBzY=' ADNpressOnline: 2010-11-21

sábado, 27 de noviembre de 2010

RIO; PM manda tanques para combatir el narco en favelas


Cuando los cariocas se estaban acostumbrando a vivir en paz y la "ciudad maravillosa" se preparaba para recibir a miles de turistas veraniegos, para el inicio del 2011, la alianza de los dos principales grupos narcotraficantes volvió a poner estos días en vilo a Río de Janeiro y bajo fuego, con una ola de ataques y la contraofensiva policial han sembrado terror en las calles. Seis carros blindados del ejército brasileño se sumaron al operativo de la policía de Río para ocupar un complejo de favelas del barrio suburbano de Penha, con el fin de acabar con la ola de ataques de los narcotraficantes que dejaron 30 muertos desde el último fin de semana, entre ellos civiles inocentes, según datos policiales.
Según el secretario de Seguridad Pública de Río, la participación de la Armada en las operaciones será solamente logística, con suministro de equipos bélicos y de alimentación para los efectivos policiales que preparan la invasión de la favela de Vila Cruzeiro y del conjunto del Alemao que, según el servicio de inteligencia, serían los principales reductos de los narcotraficantes.
La guerra entablada entre policía y narcotraficantes, dejó hasta ahora al menos 55 muertos, en su mayoría presuntos delincuentes, según la policía.
La situación escaló cuando blindados de los fusileros navales munidos de ametralladoras de grueso calibre, y comandados por la policía militar, llegaron a la entrada de la favela (barrio pobre) de Vila Cruzeiro, en la zona norte de la ciudad que albergará el Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016.
En un despliegue sin precedentes, seis de estos vehículos con orugas se posicionaron en la entrada de la favela en el barrio de Penha (zona norte), en donde según las autoridades se atrincheraron los delincuentes perseguidos por la policía.
El operativo, que comenzó a media mañana y que no tiene previsión de finalización, tiene como objetivo "asumir el control  del territorio (que fuera tomado por el narcotráfico", remarcó un vocero policial a la TV Globo).
Los grandes vehículos militares con ametralladoras de 50 milímetros -cedidos por la marina y nunca antes usados en estas calles- avanzaron con sus cintas de oruga por las empinadas callejuelas del morro, abriendo el paso a otros seis caveirões, los vehículos blindados negros que usa el BOPE. Detrás quedaron los escombros de las barricadas construidas por los narcos, que en pequeñas facciones huyeron disparando sus ametralladoras y refugiándose en la mata, mientras desde helicópteros eran blanco de las patrullas de la policía militar.
Al final de la tarde, Vila Cruzeiro estaba bajo total control de las fuerzas estatales y los narcos habían logrado fugarse por una cuesta del morro, apodada "Infierno verde".
La espectacular "cacería" sucedió a plena luz del día, con los vecinos atrincherados en sus humildes casas y la televisión transmitiendo todo desde sus propios helicópteros.
La violencia comenzó con asaltos, quema de colectivos con cócteles molotov y disparos contra puestos policiales, que en las últimas horas fue contestada por las fuerzas de seguridad con blitzes en las favelas que ya han dejado 28 muertos, una decena de heridos, 29 vehículos incendiados y 180 detenidos. Con miedo, mucha gente ha comenzado a dejar de salir de noche, mientras que durante el día se nota mucho menos tránsito en las principales avenidas, ahora vigiladas por helicópteros.
Según las autoridades, por primera vez en 20 años de disputas territoriales, las facciones criminales rivales de Comando Vermelho y Amigos dos Amigos juntaron sus fuerzas con el objetivo de desestabilizar el principal proyecto de seguridad pública lanzado por el gobierno estatal, el de las Unidades de Policía Pacificadora (UPP).
Desde 2008, por iniciativa del gobernador Sergio Cabral, las UPP han ido instalándose en 14 favelas de Río de Janeiro con miras a ofrecer una ciudad segura para los partidos del Mundial de fútbol que se celebrarán aquí en 2014, y los Juegos Olímpicos, que recibirá en 2016.
"El servicio de análisis de la Subsecretaría de Inteligencia detectó que está habiendo este tipo de unión de dos facciones", confirmó el secretario de Seguridad del estado de Río de Janeiro, José Mariano Beltrame, que informó que también se ordenó la transferencia de varios capos narcos de las cárceles donde se encontraban detenidos a otras prisiones, y se estaban comunicando entre ellos para lanzar los ataques.
Ayer fue el día más sangriento de la contraofensiva, con 24 muertes, una de ellas la de una chica de 14 años que murió por causa de una bala perdida que entró por la ventana de su casa cuando ella estaba estudiando frente a la computadora.
Pero la gran mayoría de los abatidos son supuestos narcotraficantes del Comando Vermelho, que domina las barriadas de la zona norte de la ciudad, especialmente el peligroso Complexo do Alemão-o de Amigos dos Amigos, que controla el narcotráfico en la favela Rocinha, en la zona sur, la más grande de América latina.
Según fuentes policiales, integrantes del Comando Vermelho estuvieron detrás de los ataques incendiarios en la estratégica autopista Linha Vermelha, que conduce del centro al aeropuerto Tom Jobim/Galeão, mientras que miembros de Amigos dos Amigos fueron responsables de los temidos (bloqueos de calles y robos de autos) que generaron pánico entre los residentes de la tranquila área del Jardín Botánico.
Otro operativo desarrollado en paralelo por la Policía Civil (con menos poder de fuego que la Policía Militar) en la favela de Jacarezinho, también al norte, dejó siete muertos, que sumados a los 23 de los últimos cinco días, elevan a 30 los muertos, entre los que hay civiles inocentes, informaron voceros policiales a la AFP, y de los siete fallecidos en Jacarezinho, la policía desconoce si se trata de presuntos traficantes de droga.
Mientras tanto, en otras favelas de la zona ya pacificadas por la presencia policial, como el caso de algunas ubicadas en el barrio de Tijuca, los policías se mostraban tensos frente a sus puestos de vigilancia, exhibiendo armas cortas y largas, ante el temor de que los criminales aprovechen la situación para intentar recuperar sus antiguas zonas de tráfico, constató un periodista de la AFP.
Según las autoridades, el caos que estalló el domingo por la noche y que se tradujo también en ataques a puestos policiales, es una reacción a la instalación de esas Unidades de Policía Pacificadora (UPP) en 13 favelas de las cuales fueron expulsados los traficantes.