Se va volviendo cada vez más complejo el caledoscopio mundial con Afganistán, Paquistán, Irak, Irán e Israel en las cuestiones políticas que complejan el orbe que comenzó al principio del siglo XXI.Su protagonista principal es hoy los EE.UU por su economía equivalente a la cuarta parte de lo producido en el mundo, y destina un presupuesto de defensa que suma el gasto militar del resto del mundo. Su defensa recae como superpotencia internacional y está comprometida con los conflictos del M
edio Oriente en su mayor parte, los asiáticos del sur y la ex URSS.La peligrosidad surge hoy en el mundo islámico entre sunitas y chiítas y los EE.UU son concientes de la amenaza de seguridad que representan después de lo ocurrido el 11 de septiembre del 2001. Hoy el flagelo continúa con un panorama incierto con Afganistán y Pakistán sumado ahora el régimen iraní por sus desvelos de la energía nuclear, y ante ésto Moscú podría sumar coaboración con los persas para llevar sus planes adelante.
Por su parte China está reticente a impulsar nuevas sanciones y complica las cosas con contratos firmados de provisión de energía a Irán a partir del colapso soviético, Washington se propuso impedir que Rusia recuperara su status de superpotencia y se perdió la oportunidad de llegar a una cooperación entre ambas, y continúa en una mentalidad de Guerra Fría, mientras éstos viejos enemigos están negociando un documento que sustituya al Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (Start) que fuera firmado en 1991 y expirará en diciembre de 2009.
Occidente sospecha de Irán al estar tratando desarrollar armas nucleares bajo la cubertura de un programa energético civil, y lo desmiente mientras que el Kremlin afirma que hasta ahora no hay pruebas que confirmen las acusaciones.
No obstante Obama intercambió un apretón de manos con el premier ruso Medvedev en el cuarto encuentro de conversaciones que ambos tuvieron al asumir la presidencia, y reiteraron su compromiso de lograr un acuerdo conjunto de desarme nuclear al analizar la guerra en Afganistán.
En la actualidad el tablero político está engendrado en el escenario iraní y se entrelaza en la región con extrema vulnerabilidad con Israel frente a la proliferación nuclear y por su diminuto tamaño Israel saldría en perdedor frente a una guerra nuclear, ya que una detonación en Tel Aviv sería suficiente, mientras sus enemigos podrían sobrevivir a varias bombas.
Para evitar éste desenlace el estado judío depende de la protección de los EE.UU y si la bomba atómica iraní asomara como inevitable, Israel atacaría a los persas de forma preventiva pero ésto podría encender las represalias del extremismo islámico y dañaría los proyectos estadounidenses de proteger la región y sus o
bjetivos en Afganistán y Pakistán vinculados a su propia seguridad.Por estó EE.UU debería impedir que Irán fabrique su bomba y es dificil de imaginar como puede conseguirlo sin antes arreglar un acuerdo con Rusia y China primero, cuando Rusia está en situación privilegiada porque está construyendo la primera central nuclear iraní en la ciudad de Bushehr, y tiene cerrado un contrato para entregar misiles de defensa ultramodernos a Teherán que todavía no ha sido cumplido. Para ceder a las pretensiones del Kremlin debe afirmarse como potencia dominante en los paises del colapsado imperio soviético, frente a las codicias de Pekin que hacen más peligroso el régimen ayatollá.
Teherán rechazó la propuesta del Organismo Internacional de Energía Atómica OIEA, de enviar su uranio de enriquecimiento bajo, a Rusia y Francia para transformarlo en material enriquecido y devolverlo a los ayatollás que lo necesitan para generar energía é isótopos medicinales, y cuánto más aún el régimen teocrático iraní anunció la construcción de 10 plantas de enriquecimiento de uranio que no se someterán a la inspecciones de la OIEA.
Ante éstas declaraciones los EE.UU comenzaron acelerar el emplazamiento de defensas contra posibles ataques iraníes en el Golfo Pérsico instalando sistemas antimisilísticos en el estrecho de Ormuz para asegurar la salida del petróleo del golfo, crucial para la economía mundial, y tanto Obama como Medvedev advirtieron a Irán que se les está teminando el tiempo para resolver diplomáticamente la crisis nuclear y también la paciencia para llegar a una mediación con la ONU.
Las sanciones que se estudiarán en forma conjunta con los países europeos estará destinado a prevenir a Teherán que si no retocede en sus aspiraciones nucleares pueda ser atacada, y debería intentar tranquilizar a Jerusalém para evitar un ataque preventivo, la iniciativa ahora está en manos iraníes.
De momento el Medio Oriente está sentado sobre un polvorín y éste peligro nunca tomó tanta vigencia como ésta delicada situación política enredada que está dificil resolver si alguien no cede en algo su posición.
