Las políticas disociantes de Israel con la poca disposición por un acuerdo palestino, llevan a un aislamiento con los árabes por medio de métodos cohercitivos que podrían provocar un desastre al encerrarse dentro de una muralla en torno a Jerusalem de ocho metros de alto equipada con cámaras y sensores para detectar movimiento, y que los palestinos llaman el "muro del apartheid" que está en su décimo año de construcción completándose 435 Km de extensión del sector judío de Gush Etzion, cerca de Bélen en Cisjordania.
Ésto supone aumentar el grado de animosidad y odio al justifcar el gobierno israelí como la manera de proteger a los civiles israelíes de la violencia palestina, pero a su vez los palestinos opinan que el muro es el medio para que Israel confisque más tierras en una Cisjordania ocupada.
Al finalizar la construcción de la muralla ésta tendrá anexado 550 Km2 en Palestina y unos 250 Km a lo largo de la frontera sur del desierto de Sinaí con Egipto.
El primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu dijo que la muralla es necesaria para mantener las relaciones pacíficas con Egipto, y para ello tener seguridad para conservar la paz es necesario el muro, y también anunció que al terminar el muro egipcio lo construirá tambien en la frontera con Jordania.
Ante enemigos reales o imaginarios el propio estado de Israel y la sociedad judía desea amurallarse voluntariamente para evitar mezclarse con los palestinos o el entorno árabe al mantener un estado de beligerancia con sus vecinos o cuando ceda la situación que posibilite privilegios más igualitarios de reconciliación en el Medio Oriente.
