googlef87c5bb6a5dde55a.html content='pX8WnVSvXsrSCE6ThXyzIIPFKBjDfIQaaLIdDsNIBzY=' ADNpressOnline: 2008-12-07

miércoles, 10 de diciembre de 2008

"Una esperanza que puede segarse"

Una de las herencias maléficas al ser reelegido por la paranoia social errada es que la Administración Bush será la que le dejará a Barack Obama una economía decadente y en ruinas como la evidencia más diícil que le tocará superar después del 20 de enero 2009 cuándo asuma la presidencia en los EE. UU.
Entre la esperanza que tiene del futuro de Obama está el miedo latente como la gran amenaza que circula como una pesadilla entre la gente que al menor traspié político de Obama se vuelva su popularidad como un bomerang en contra y el miedo sea el interrogante de la gran esperanza.
En EE.UU se frustaron esperanzas ya que hubo muchos magnicidios que dejaron profundas cicatrices perdurables, desde Abraham Lincoln en 1865 hasta John F. Kennedy en 1963 todos viven aterrados al pensar que pueda algo pasar con Obama cuándo se trata de un afroamericano, ésto puede aumentar la vulnerabilidad.
Durante la mañana del 5 de noviembre cuando todavía se recontaban los votos, los mensajes en internet estaban cargados de odio fanático al leerse; "Hay que acabar con Obama y matarlo ya mismo antes que termine con el país", así como también escribió Elías Canetti en su Masa y Poder; "detrás de cada paranoia, como detrás del poder se encuentra el mismo deseo de barrer a los otros del camino, para ser el único".
El FBI ya analizó más de 600 casos de amenazas de muerte contra Obama, tresientos de ellas puramente racistas, y en el mismo día que ganó las elecciones su casa se ha vuelto inaccesible con sus calles cortadas, cabinas de conrol y guardias contra ataques suicidas, la vida de Obama cambió por la seguridad que ofrece el Estado de protección a un Presidente.
El miedo que ya se instaló es que Obama sea otro caso Kennedy, es la duda a pesar de la significativas coincidencias que existe entre Lyndon B. Johnson, el vice de Kennedy como experimentado político de la mayoría demócrata en el Senado, sea como Joe Biden quién también lleva 35 años en esa cámara, vea a Johnson como modelo atractivo al resistirse Biden a secundar a Obama en su fórmula hasta prometerle ayudar al gobierno, éste le dijo; "Si me necesitas sólo para ayudar a ganar la presidencia, puedo hacer de otra manera ya que no quiero estar a la márgen de las decisiones", ya que Obama llega a la Casa Blanca desde la nada, sólo prometiendo un cambio en una situación de crisis económica que espera que la misma ayude hacerle más fácil su tarea. Si no fuera así, todos saben que llegó el tiempo del cambio, así como lo prometió Kennedy en el Coliseo de Los Angeles ante los colonos al decir; "Tenemos muchos conflictos irresueltos con la guerra fría y la paz, la ignorancia y el prejuicio, la pobreza frente a los ricos, y las preguntas sin respuesta con la gente sin seguro de vida, familias sin hogar, la desnutrición y pocas escuelas, pero ha llegado la hora del cambio".
Palabras más o menos son las que Obama repitió en su campaña, así fué elegido por el 90% de los negros, 63% de los latinos, 67% de los jóvenes y 55% de las mujeres de la sociedad norteamericana, pero también allí se concentra buena parte de los 760.000 desocupados norteamericanos de los últimos 11 meses y es así como a todos les pidió mil días para salir del agujero negro económico-financiero.
En la realidad de hoy se hace más difícil torcer el rumbo de un país al tener que estar supeditado a los mercados globalizados, por ello se debe ser ágil en tomar decisiones y prevenir antes que el hecho imprevisto suceda porque al ocurrir éste ,ya es tarde.
Es así como Bush dejó que el milagro nefasto le sucediera y así superar su impopularidad al pasarle todo por encima tarde sin darse cuenta.
Las políticas neoliberales y la globalización no permiten tomar decisiones tardías y por ello Obama cree saber torcer el destino decadente al poner en marcha un cambio que no sabe cuánto tiempo le llevará pero está seguro que un solo mandato no será suficiente, pero existe la esperanza de aquellos votantes que pidieron detener su empobrecimiento en un país que siempre se jactó como el más promisorio en oportunidades.
El 20 de enero Obama llegará al Capitolio y subirá la escalinata seguido por un cortejo de agentes élite de seguridad con camionetas de apoyo llenas de hombres armados para neutralizar cualquier intento ofensivo, luego se dirigirá a la Casa Blanca en un cadillac de titanio, acero y cerámico resistente a balas y granadas para sentarse en su sillón presidencial desde dónde regirá los destinos de su país, ...y yá Obama no será el mismo....,ya sea porqué el odio y la intolerancia que comenzarán a gestarse en el mundo al crearse los imprevistos que le tocará asumir en las frontera del desafío político y las obligaciones que serán parte de la especie humana al tener que lidiar entre el miedo y el poder en los momentos más controvertidos.