googlef87c5bb6a5dde55a.html content='pX8WnVSvXsrSCE6ThXyzIIPFKBjDfIQaaLIdDsNIBzY=' ADNpressOnline: Asumió TRUMP, y se terminó la era del sueño americano ...

lunes, 23 de enero de 2017

Asumió TRUMP, y se terminó la era del sueño americano ...



El 20 de enero de 2017 con cierto frio invernal asumió la 45° presidencia de los EE.UU Donald Trump, se inicio con fuertes protestas y disturbios de mucha gente que se oponen a su mandato en el estado de Washington donde un despliegue de alta seguridad policial atacó con gases a los manifestantes que rompían y encendían basura en las calles durante la ceremonia de agasajo a los diplomáticos del nuevo gobierno en el Capitolio.
Para la mayoria de los votantes de Trump en gran medida, sería el responsable de la decadencia norteamericana, de manera que la política exterior puede convertirse en uno de los ejes de la nueva administración.
Trump en 1971 rebautizó su companía como The Trump Organization, y se mudó a la glamurosa Manhattan a la caza de una fama que llegó a base de proyectos pomposos, autobombo, verdades a medias y una relación borrascosa con la prensa. Por ésa razón el pensamiento estratégico norteamericano no lo acompañó en la campaña y todo hace pensar que tampoco lo hará el día después. China y México invaden el mercado interno y las élites globalizadas “pensantes” fueron identificados como los enemigos de una América profunda, blanca, nostálgica y desinformada, que adhirió al repliegue inviable ofrecido por un candidato que importó el populismo de Europa, el mismo que banalizó el Brexit hacia la ruta del trumpismo.
Con éstos antecedentes Trump accederá a la Casa Blanca con mayoría en el Congreso, pero no todos los republicanos coinciden con él, puesto de manifiesto en la campaña electoral.
En lo inmediato deberá probar suerte en la dimensión comercial le vaya bien, donde deberá cuidarse al pretender aplicar aranceles y expulsar indocumentados.
El tsunami Trump es China, al comprometer aplicarle aranceles y convencer a sus votantes de que sin ésa competencia desleal la industria norteamericana no resucitaría.
Como siempre el populismo ofrece respuestas simples a problemas complejos. En lo político se deterioró la democracia liberal en la sociedad y se benefició el autoritarismo, en pleno ajuste del modelo económico en un mundo proteccionista que no es el mejor escenario para China. Devaluar el yuán puede resultar tentador, habilitando una guerra de monedas con devaluaciones en cadena con más oferta mundial y menor demanda es el corolario desalentador del trumpismo.
La incertidumbre económica global afectará otras dimensiones de la política internacional. El vacío que ofrecen las promesas de Trump afectará particularmente a Europa. El proyecto europeo sufrirá el proteccionismo y se incrementarán los temores.
La Unión Europea es una potencia comercial que ahora deberá lidiar con las implicancias del divorcio del Brexit con la incertidumbre que se generará en torno al euro, y el desafío de los populismos antieuropeos que avanzan y contarán con vientos a su favor.
En materia de seguridad internacional las promesas trumpistas abruman, por un lado juró acabar con el Estado islámico y aliarse con todos los que luchan contra él, incluyendo al régimen sirio al prometer desvincularse del Acuerdo firmado con Irán y condenó la muerte al OTAN al no garantizar su financiamiento. Sin los aportes norteamericanos, el 70% del presupuesto, la Organización dejará de existir dejando a Europa expuesta a los designios de un personaje que Trump dice respetar y apostó a su favor: Vladimir Putin.
Causas devaluadas y muchas turbulencias acompañarán el creciente desorden internacional. Trump ha dado sobradas muestras de querer cambiar de manera drástica la política de su país respecto a Rusia y China. En el caso de China, Trump lleva el camino inverso, ya que desde los años setenta Washington ha entendido el pragmatismo como la mejor manera de entenderse con Pekín, pero Trump además de amenazar a los chinos con sanciones comerciales, ha provocado sin necesidad a Pekín cuestionando la política de "Una sola China" y muchos de sus contactos con autoridades extranjeras, ni siguen los conductos oficiales ni cuentan con asesoramiento diplomático alguno, y todo éso sin aún tener sentado en su despacho Oval. Sin embargo expresó; "Juego con las fantasías de la gente", como se puede comprobar tanto en los negocios como en la política por la "hipérbole" como "una forma inocente chabacana de exageración y una forma muy efectiva de promoción".
Trump ahora cuándo se encuentre en la soledad del Oval afrontará un reto "a lo grande", como a él le gusta: equilibrar su ego con un mensaje que acabe de seducir al electorado o de lo contrario, el votante, como en su personaje que interpretó en "El aprendiz", podría descalificarle con un clamoroso go home "¡Estás despedido!!!"...

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