Cataluña redobla por su Independencia

La crisis española manifiesta un impacto regional en Cataluña trás el rechazo del presidente Rajoy al "pacto fiscal" y su líder Artur Mas del gobierno regional, al decidir adelantar las elecciones con 7,5 millones de habitantes que tiene Cataluña, y sigue con deseos de su independencia lejos de de los temores del Palacio de la Moncloa para separarse de España. 
El "pacto fiscal" buscaba aliviar la difícil situación financiera de los catalanes, el jefe de gobierno Artur Mas prometió un proyecto nuevo y diferenciado para Cataluña, restando importancia a las exigencias del territorio español delineadas por la Constitución de 1978, ya que Cataluña se siente una nación y no desean que la cambia una Constitución, por muy alto rango que tengan las declaraciones o presiones que atemoricen, y ésto no se cambia ni por las dictaduras, señaló el presidente de la Generalitat catalana. 

Mas en la reunión que tuvo con Rajoy en Madrid se frustró el acuerdo por la dureza de las aluciones a los pedidos de Rajoy y del Rey Juan Carlos I, de respetar la Carta Magna española, y ante la fría negativa por los reclamos de Madrid no se mantendrá la falta de voluntad en ofrecer facilidades fiscales a Cataluña, como la comunidad más endeudada del país. "Creo que hemos perdido la oportunidad histórica de entendernos entre el gobierno español y los catalanes" señaló el dirigente en la Casa de la Generalitat donde sugestivamente se colocaron banderas de Cataluña y UE, pero no la oficial de España, a pesar que ambos están trabajando en un plan de reformas que no se incluirán recortes de gastos ni impuestos, pero se ajustarán a garantías exigidas por la Comisión Europea, y otorgarle a Rajoy una linea de créditos preventiva para evitar que España quiebre en el mediano plazo. El PBI catalán representa el 14% de la economía española que alcanza a 1,4 billones de euros, y con un índice de desempleo de 22% al estar por debajo del 25% del nivel del país, por lo cuál debate su independencia. En éste escenario Mas apoyó las manifestaciones populares que piden la independencia catalana, se antepone a las críticas del Rey hacia cualquier secesión, que tildó de "quimera soberanista".

A pesar que Mas evitó referirse sobre "Independencia", líder de Convergencia y Unión (CiU) buscó desacreditar diciendo "Lo que es una quimera es que Cataluña siga como está y seguir subyugada". El desafío de Madrid sobre la Constitución ante los renovados aires independisistas que se perciben en el nordeste del país pueda aniquilar la voluntad de las aspiraciones de un pueblo que apoya al presidente de la Generalitat al ser recibido con cánticos de apoyo en una manifestación de 4000 personas que se citaron en la plaza Sant Jaume, en una marcha convocada por Convergencia Democrática y la Asamblea Nacional Catalana de fuerte adhesión a Mas. La viabilidad de la independencia es un tema cuestionado por el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) como así también por el Nacionalismo histórico con su ex-presidente Jordi Pujol que afirmó que "es casi imposible que Cataluña se independice de España a pesar de su ahogo financiero autonómico" la ha vuelto inviable, pero ponderó la actitud de los manifestantes que marcharon por las calles de Barcelona el 11 de septiembre para apoyar su independencia.
Sin embargo Cataluña como Principado confederado en la época medieval; como país asociado a la monarquía francesa de Luis XIII entre 1640 y 1652; como un conjunto de “estructuras de Estado” específicas, salvo la Corona, hasta 1714; como región autónoma en los años treinta; como nacionalidad desde 1978 siempre inspiró sus deseos independientes, pero España sin Cataluña no es pensable, porque está en el imaginario colectivo, porque al cabo España es un realidad integradora de muchos factores, pero muy destacadamente el producto de la fusión de sus matrices castellana y catalana.