googlef87c5bb6a5dde55a.html content='pX8WnVSvXsrSCE6ThXyzIIPFKBjDfIQaaLIdDsNIBzY=' ADNpressOnline: 2007-03-04

martes, 6 de marzo de 2007

"Tiempo de Vivir"

(Le temps qui reste)
Dirección y guión
: Francois Ozon
Elenco: Melvin Poupaud, Jeanne Moreau, Valeria Bruni-Tedeschi, Daniel Duval, Marie Riviere y otros.
Fotografía: Jeanne Lapoirie
Mùsica: Arvo Pärt y Aleksandre Knaifel.
Producción :
Edición: Mónica Coleman
Presentada por ALFA films, Francia 2005, Duración 89 minutos

Retener la vida en un espacio de tiempo es un tema acometido muchas veces por el cine para hablar de la esperanza con espíritu de sacrificio y tornarse en redención de asumir su inevitable y cruel destino.
El cine que muestra Francois Ozon es su estilo en conciso relato dramático de su contenido sin caer en el melodrama fútil pero descarnado. Aprovecha en reforzar la emoción por descarte de la sensiblería en que se puede caer en éste género si no es tratado con sobriedad.
Romain es un fotógrafo homosexual (Melvin Poupaud) algo simpático pero egoísta visita su médico por los resultados del Sida y conoce su diagnóstico más crucial de un cáncer terminal por lo que renuncia hacer su tratamiento quimioterápico para sí. Guarda ésta trágica noticia que sólo comparte con su abuela (Jeanne Moreau) que lo comprende así como lo quiere y ella le aconseja por estar cerca de la muerte como parte de la sabia serenidad de ser anciana,y es la única que le dá contención a su drama sabiendo que el fin está cerca y ensenarle retener por sus días las mejores alternativas de la vidaAsí retenerlos en sensaciones emocionales y apresarlas en imágenes con fotografías que el protagonista intenta fijar a su tiempo que le resta para dejar algún testimonio como dejar un embarazo de una relación a "menange a trois" con una pareja ( Valeria Bruni y Daniel Duval) con marido infértil será junto a su herencia el legado al hijo que vendrá a ser la prolongación de su vida.
Para ahondar en éste espinoso tema de la muerte y la desesperación del ser amado como se planteó en Bajo la arena y Vida de pareja en sus antriores films, Ozon marca un intrincado proceso de asimilación íntima para un jóven que tiene una plenitud por delante tiene que proyectarse en corto tiempo en una sombría existencia. Poco es el consuelo que le queda con la vana persecución de los fantasmas de la vida lo persiguen, imposible vá encontrando la forma de despedida de quienes lo rodean sin mostrar gestos de angustia y asì un callado adiós depositando su cuerpo en la arena de una playa para entregarse en ése escenario significativo que envuelve la soledad de su alma en un cálido atardecer de una fantasía de esa vida que no consiguió vivir. e1000io