googlef87c5bb6a5dde55a.html content='pX8WnVSvXsrSCE6ThXyzIIPFKBjDfIQaaLIdDsNIBzY=' ADNpressOnline: 2013-11-17

lunes, 18 de noviembre de 2013

"Europa vuelve a decepcionar y hablarse de una década perdida"


El gobierno de Mariano Rajoy desparrama desde hace dos meses mensajes de optimismo a una sociedad angustiada por los recortes, el desempleo y la pérdida de beneficios sociales. "La recuperación está a la vuelta de la esquina", dijo el presidente al presentar los presupuestos de 2014, que prevén al fin de un año sin recesión y con ajustes módicos en comparación con el pasado reciente. Sobre la base de previsiones con la desocupación seguirá por encima del 26% el año que viene no bajará de 25 puntos hasta 2018; la tasa de crecimiento se moverá debajo del 1% los próximos cuatro años, y la deuda pública equivaldrá por primera vez al 100% del PBI (casi el doble que antes de la crisis).
"El panorama de la recuperación española es desolador", señaló el economista José Carlos Díez, profesor de Icade Business School. La aplicación de las políticas de austeridad dictadas por la Unión Europea alentó mejoras en muchos índices macroeconómicos, pero se siente poco en la calle con la gente.
En dos años de mandato se destruyeron más de 1 millón de empleos, y las recientes mejoras en la tasa de desocupación se deben sobre todo a la emigración de jóvenes hacia países europeos que demandan mano de obra calificada, como Alemania y Gran Bretaña. Es muy probable que Rajoy termine su mandato en 2015 con más desocupados que cuándo asumió con la promesa de resolver "el drama del paro".
La alcaldía española arrastra una deuda pública agobiante de 7300 millones de euros, que obliga a permanentes recortes en servicios sociales, impide nuevos proyectos y resiente incluso el presupuesto de limpieza urbana. El turismo el indicador más alarmante cae en picada mientras en toda España la cantidad de visitantes creció casi un 4% éste verano, Madrid registró una caída interanual de 22%.
Los vagabundos, amantes de los perros y adivinos que se aventuren en las transitadas calles de Madrid podrían quedar pronto con los bolsillos vacíos, ya que las autoridades municipales de la capital y de otras localidades están buscando soluciones creativas frente a sus problemas financieros.
El ayuntamiento de Madrid esbozó esta semana sus planes de imponer multas de 750 euros para actividades públicas, como pedir dinero en la puerta de los centros comerciales, alimentar o lavar a los perros, leer las cartas del tarot o hacer acrobacias con una bicicleta.
Abrumados por las deudas desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, las comunidades autónomas y los ayuntamientos han visto caer sus ingresos, mientras el desempleo se sitúa inflexiblemente por encima del 25%, uno de los más altos de Europa, y la inversión corporativa apenas existe. Muchos deben millones a proveedores y al
personal.
El alto desempleo ha hecho crecer el número de personas sin hogar en las calles de Madrid, al igual que el de vendedores ambulantes y mendigos, a los que se dirigirían las nuevas multas propuestas en la ciudad.
El ayuntamiento madrileño también propuso una multa por acampar en Puerta del Sol, donde nació el movimiento de los "indignados" que inspiró otras protestas en todo el mundo. Ni tan siquiera los muertos son una excepción ya que los costos funerarios aumentaron en varias ciudades y el ayuntamiento de Zaragoza elevó los precios por el mantenimiento de los mausoleos de 34,65 a 123,30 euros.
El repunte de la zona euro después de una prolongada recesión perdió fuerza en el tercer trimestre, intensificando los temores de que el bloque esté en medio de una "década perdida" caracterizada por estancamiento económico, desempleo y descontento político. Aunque se espera que el crecimiento mejore ligeramente en el año 2014, la zona euro está muy lejos de recuperar el nivel de producción y empleo que tenía antes de que se desatara la crisis financiera y económica.
Los años de recesión y la erosión de las redes de seguridad social debido a los programas de austeridad, están provocando rechazo hacia la clase política de Europa. Se anticipa que los votantes castiguen a los principales partidos en las próximas elecciones al Parlamento Europeo, donde los movimientos de protesta, como los de extrema derecha e izquierda, podrían lograr grandes avances en la región.
La débil recuperación se siente como una recesión permanente en gran parte del continente europeo, y la sensación es particularmente aguda con los endeudados países del sur, como España y Grecia, donde las familias y los gobiernos pasan apuros para pagar deudas gigantescas en un momento en que sus ingresos están bajo presión controlada.
Italia en cambio está atravesando una crisis económica dramática, similar a la que sufrió después de la Segunda Guerra Mundial, cuándo muchos italianos pasaron hambre, y las cifras del Istat (el Indec local) revelaron datos impactantes: en los últimos cinco años se duplicó la cantidad de pobres que hay en el país, que alcanzan casi los cinco millones. Si en 2007 había 2,4 millones de personas que vivían en pobreza absoluta, en 2012 se duplicaron: 4,8 millones, indicó el Istat. Casi la mitad (2,3 millones) viven en el sur de la península y un millón son menores de edad. "La recesión ha determinado graves consecuencias sobre la difusión y la intensidad del malestar económico en nuestro país", dijo Antonio Golini, presidente del Istat, al revelar ante el Parlamento, donde se debate la ley de presupuesto, la impactante noticia de la existencia de casi cinco millones de pobres en Italia, país de 60 millones de habitantes y miembro del G-8, el grupo de países más industrializados del mundo.
La durísima crisis aumentó el desempleo, sobre todo el juvenil, que trepó al 40%, y hará que éste año cierre con un crecimiento negativo del PBI (-1,8%). En éste contexto, el informe también destacó que siguen creciendo las familias que se ven obligadas a apretarse el cinturón y gastar menos: son el 65%, y se ahorra sobre todo en el rubro de comida, ropa y zapatos.
"La preocupación es el sentimiento dominante", reconoce Alain Fontaine, propietario del restaurante Le Mesturet, en el centro de París. El empresario decidió aplazar los planes de renovación del local, al igual que los aumentos de sueldos de sus empleados, y Fontaine está poniéndose nervioso por la demanda de los consumidores y las futuras alzas de impuestos municipales.
La titubeante recuperación indica que la crisis del bloque no ha acabado, sino que está cambiando de naturaleza.
Las turbulencias de los mercados financieros amenazaron con desmantelar el euro entre 2010 y 2012 se han mantenido bajo control desde que el Banco Central Europeo prometiera el año pasado que haría "lo que fuera necesario" para salvar el euro, no obstante la sensación de malestar crónico que persiste es más difícil de abordar y menos aún solucionar.
Casi ningún país de la zona euro registró un crecimiento dinámico en el último trimestre, lo que echó por la borda los comentarios sobre una Europa que se expande a dos velocidades, incluso Alemania que apenas creció 0,3% el trimestre pasado, o un 1,3% interanual, conforme la débil demanda en el continente y el desigual crecimiento global que perjudicaron sus exportaciones.
Alemania, es el único país que según muchos economistas podría dar un impulso a sus vecinos, se resiste e incluso se ofende ante los llamados internacionales para que aumente su gasto público y privado.
El país sigue aferrado a su costumbre de consumir mucho menos de lo que produce, lo que hace que dependa del consumo del resto del mundo.
Por su parte los socialistas catalanes aprueban con el 83,5% de los votos alejarse del proyecto independentista del actual Gobierno. El documento presentado concreta que sería un error una consulta no acordada con el Estado y una declaración unilateral de independencia, algo que supondría "romper" el consenso social en Cataluña, y ha considerado que en la Comisión Bilateral Estado-Generalitat es donde debería negociarse para alcanzar un pacto. En éste pacto, los cuatro grupos han concretado que llevarán en el Congreso un debate soberanista y pedirán al Estado que transfiera a la Generalitat la competencia de convocar referéndums, apelando al artículo 150.2 de la Constitución, el mismo que a fines de los 90 permitió la cobertura legal para que el Govern asumiera las competencias de tráfico. El texto aprobado por el 83,5% de los consejeros nacionales del PSC rechaza frontalmente ésta vía, y proclama: "Nosotros no queremos repetir la experiencia fallida del Plan Ibarretxe". "Este es un camino destinado al fracaso, que enterrará la consulta", añade el escrito, que pormenoriza que es erróneo votar sobre una iniciativa legislativa sobre la consulta que no haya sido previamente negociada y acordada con el Estado.