googlef87c5bb6a5dde55a.html content='pX8WnVSvXsrSCE6ThXyzIIPFKBjDfIQaaLIdDsNIBzY=' ADNpressOnline: 2011-12-18

martes, 20 de diciembre de 2011

2012 - EE.UU en la incertidumbre: ... El fin del dólar estará cerca ...?

El problema de la deuda soberana es especialmente agudo para EE. UU en 2012, antes siempre se ha visto envuelto por mitos, especial en lo referente a los tenedores de sus bonos.
¿A quién pertenece realmente la primera economía del mundo?

Muchos expertos y políticos afirman que China y Japón poseen la mayor parte de la deuda pública de EE. UU, que alcanza a unos 14,3 billones de dólares. Pero no es tan cierto ya que China y Japón u otros países tienen cantidades sustanciales, es realmente EE. UU el que posee la mayor parte de su propia deuda.
La repartición de la deuda, según el Departamento del Tesoro de EE. UU, se considera así:
Rusia: 115.200 millones de dólares.
Hong Kong: 121.900 millones de dólares.
Entidades bancarias del Caribe: 148.300 millones de dólares.
Taiwán: 153.400 millones de dólares.
Brasil: 211.400 millones de dólares.
Reino Unido: 346.500 millones de dólares.
Japón: 912.400 millones de dólares.
China: 1,16 billones de dólares.
Países exportadores de petróleo: 229.800 millones de dólares.
Fondos de inversión: 300.500 millones de dólares.
Bancos comerciales: 301.800 millones de dólares.
Fondos de pensiones estatales, locales y federales: 320.900 millones de dólares.
Fondos de inversión del mercado financiero: 337.700 millones de dólares.
Fondos de pensiones privados: 504.700 millones de dólares.
Gobiernos estatales y locales: 506.100 millones de dólares.
Hogares de EE. UU.: 959.400 millones de dólares.
Departamento del Tesoro de EE. UU: 1.63 billones de dólares.
Fondo de Seguridad Social de Fondos Fiduciarios de EE. UU.(Social Security Trust Fund): 2,67 billones.
De éste modo, Estados Unidos le debe al extranjero cerca de 4,5 billones de dólares, mientras que a sí mismo o a sus diferentes entidades les adeuda un total de 9,8 billones.
Ahora la espada de Damocles pende sobre la primera economía mundial y el presidente estadounidense, Barack Obama, advirtió que el país se arriesga a entrar en una profunda crisis económica si los congresistas no logran un acuerdo para aumentar el techo de la deuda antes del 2 de agosto de 2012.
Barack Obama celebrará su quincuagésimo cumpleaños el 4 de agosto y dijo que desea de regalo un "incremento del límite de endeudamiento". Obama ha expresado su voluntad de aceptar compromisos para salir de la deuda y reducir el déficit, debiendo tomar una serie de "decisiones difíciles" sobre gastos y deshacerse de los programas ineficaces.
EE. UU. superó el límite de préstamos del exterior llegando a 14 billones en mayo de 2011 cercano al tope establecido de 14,2 billones de dólares y la cuestión del aumento del tope de endeudamiento se decidirá el 2 de agosto.
Para ello el líder estadounidense celebrará su aniversario el próximo 3 de agosto con sus simpatizantes en el Aragon Ballroom de Chicago, en un evento de recaudación-beneficio y el precio de las entradas a la celebración va desde los 200 hasta los 1.000 dólares.
El presidente estadounidense, Barack Obama, advirtió que Estados Unidos se arriesga a contraer una profunda crisis económica si los congresistas no logran un acuerdo para aumentar el techo de la deuda antes del 2 de agosto. “Podemos alcanzar ese compromiso” y evitar así que el país declare suspensión de pagos, algo que sería “imprudente” e “irresponsable”, dijo el mandatario estadounidense.
Obama indicó también que si EE. UU. cae en mora no habrá dinero para pagar la seguridad social, los beneficios de los veteranos, ni los contratos firmados con miles de empresas. “Ahora todas las familias saben que un poco de deuda en una tarjeta es manejable, pero si nos mantenemos en éste camino, nuestra creciente deuda costará trabajos y dañará seriamente nuestra economía”, añadió.
Por su parte, los congresistas estadounidenses revelaron dos planes paralelos para recortar el gasto y romper el punto muerto de las negociaciones acerca del alza del techo de la deuda de 14,29 billones de dólares ya que una vez superado éste nivel el país automáticamente se "declarará en bancarrota" y deja de cumplir con sus obligaciones en lo referente al pago de sus deudas, incluyendo los intereses generados por éstas, debiéndose evitar tal suspensión de pagos antes del 2 de agosto.
El líder demócrata en el Senado, Harry Reid, presentó un nuevo plan de recorte del gasto, de 2,7 billones de dólares para los próximos 10 años, calificándolo como “una propuesta que los republicanos no pueden rechazar”.
Por su parte, lo republicanos, encabezados por el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, hicieron lo mismo con una propuesta diseñada en dos fases que tiene como meta recortar el gasto público en 3 billones de dólares para los siguientes 10 años.
Poco después de hacerse público el plan anunciado por el senador Reid, la Casa Blanca emitió un comunicado de respaldo a la propuesta demócrata e indicó que era un “enfoque razonable”, é instó a los republicanos a que acepten este nuevo plan para poder evitar la declaración de moratoria de EE. UU. por lo cuál dejaría de honrar sus deudas y éso nunca ha pasado y sería la primera vez en su historia.
De acuerdo con el FMI, los “esfuerzos para contener la deuda pública debe comenzar a partir del 2012”, medida que podrían incluir reducciones significativas en el área de la salud y pensiones. De lo contrario Washington “corre el riesgo de perder confianza”, lo que tendría “graves consecuencias para la economía global”.
Advirtió que “como hay bonos de Estados Unidos en manos de nacionales y de extranjeros, podría afectar la estructura del mercado” financiero mundial. “Domésticamente el gobierno tendría que dejar de pagar algunas cuentas, porque en éste momento está gastando más de lo que recibe y el estado tiene saldo rojo y tendrá que dejar de pagar algunas cuentas, y eso sería el desastre mayor para el funcionamiento de la economía” de éste país.
En el Despacho Oval de la Casa Blanca, Obama fue informado sobre el estado de las negociaciones sobre la deuda que se llevan a cabo en el Capitolio, informó un funcionario de la administración presidencial ya que "Los líderes y el presidente reiteraron su oposición a un aumento de la deuda a corto plazo", señaló la fuente.
El punto máximo de la deuda es fijado por el Congreso de EE. UU y éste punto es el límite legal para que el Gobierno pueda pedir prestado. El nivel se estableció por primera vez en 1917 y desde entonces, cuándo se corre el riesgo de rebasarlo se debe solicitar la autorización del Capitolio.
Tanto los demócratas como los republicanos están de acuerdo que EE. UU. esté frente a una grave amenaza en el área fiscal, y el déficit público posiblemente marcará un nuevo récord, algo que requiere de soluciones urgentes y drásticas.
Anteriormente se celebró una reunión de emergencia en la Casa Blanca donde los demócratas y los republicanos volvieron a fracasar en su intento por alcanzar un acuerdo sobre el techo de la déuda.
La Administración de Obama dispone de muy poco tiempo para alcanzar un acuerdo sobre el aumento de la deuda estadounidense, ya que el presupuesto debe ser redactado, aprobado por el Congreso y ratificado por el presidente Obama antes del 2 de agosto, de lo contrario el Ministerio de Finanzas se verá obligado por primera vez en la historia de EE. UU. a declararse parcialmente en suspensión de pagos porque se quedará sin fondos.
La tensa situación que se está desarrollando entre los poderes no es un caso único en la historia presupuestaria del país norteamericano. De manera similar los legisladores pospusieron ampliar el techo de la deuda durante varios meses en 1985 y otra vez en 2002. En ambas ocasiones el proceso de negociación llevó a unas concesiones remarcables en materia de gasto.
En una reunión con votantes Obama advirtió: “Si los inversores mundiales piensan que el crédito y la buena fe de EE. UU. no está respaldada, y si piensan que podemos renegar de nuestros compromisos crediticios, todo el sistema financiero podría colapsarse”.
Estados Unidos está ante el dilema de echar el cierre temporal a algunas de sus agencias federales para ajustar el presupuesto nacional, o no tomar medidas de ahorro y ver cómo ésto lleva al descenso de calificación del estado de su deuda estatal, por parte de la agencia Moody's, debido a los riesgos de cesación de pago y demorarse en los pagos de los intereses a sus acreedores, el motivo de ésta situación estaría en la discusión que se llevaría a cabo en el Congreso estadounidense acerca del presupuesto estatal.
Los republicanos están presionando al gobierno para que haga importantes recortes en los gastos presupuestarios, y evitar el cierre de las oficinas del ejecutivo, algo que no es nuevo, pues ya se produjo en 1996. Éste remedio es el único que podría permitirse la Casa Blanca ante la perspectiva de caer en cesación de pagos y los expertos de la agencia Moody's, que otorga las calificaciones, han avisado que de cometer un impago, EE. UU. perdería su rango intachable de AAA.
El presidente Barack Obama mantiene un cierto optimismo acerca de las perspectivas de arreglar la situación de la deuda. “No será fácil --señaló-- en su alocución radial ya que habrá mucho debate y desacuerdos, y ningún partido conseguirá todo lo que quiere, porque ambas partes tienen que ceder”.