googlef87c5bb6a5dde55a.html content='pX8WnVSvXsrSCE6ThXyzIIPFKBjDfIQaaLIdDsNIBzY=' ADNpressOnline: 2013-03-10

viernes, 15 de marzo de 2013

HABEMUS PAPAM FRANCISCUM I, del Fin del Mundo


El cardenal primado de Argentina Jorge Mario Bergoglio en el segundo día de la quinta fumata de humareda blanca de la tradicional señal de elección más corta ... (en la estufa auxiliar se pone en marcha una batería de cartuchos que contiene cinco cargas que se activan una trás otra durante un tiempo total de siete minutos), ésos cartuchos están confeccionados con clorato de potasio, lactosa y colofonia, para originar la “fumata blanca”, y de perclorato de potasio, antraceno y azufre para la “fumata negra”... el 13 de marzo de 2013 a las 20.40hs (16.40hs argentina) bajo una fina lluvia, fue elegido el primer Papa latinoamericano con el nombre de Francisco I, con su primera aparición en el balcón de la Basílica de San Pedro, donde la multitud de fieles que esperaba explotó en gritos de júbilo.
Ante la grata nueva, a quién se desempeñaba como arzobispo de Buenos Aires, hijo de emigrantes italianos y jesuita de carrera con 76 años, será el papa número 266 desde el apóstol San Pedro, y sucederá al renunciante Benedicto XVI como líder de los 1.100 millones de católicos del mundo que tiene la Iglesia Católica.
Para ser elegido papa se necesitan los 77 votos de los 115 cardenales electores, es decir, las dos terceras partes de los apoyos, y Bergoglio los consiguió después de haber sido el segundo candidato más votado en el cónclave de 2005 después de Benedicto XVI.
El cónclave que eligió a Bergoglio había comenzado sin un favorito excluyente y marcado por la renuncia de Benedicto XVI por el escándalo de robo y publicación por medio de la prensa de documentos papales que revelaron internas y desmanejos en la Santa Sede.
El nuevo pontífice ya habló por teléfono con el papa emérito Benedicto XVI, quién actualmente reside en la residencia papal de Castel Gandolfo hasta que se refaccione un monasterio donde pasará el resto de su vida retirado. Después de ese encuentro celebraron donde se volvieron abrazar solemnemente con la bendición de Dios.
A día siguiente tuvo un encuentro con Francisco Jalics, el sacerdote jesuita secuestrado y torturado en la ESMA que alimentó sospechas hacia el pontífice y confesó que se sentía reconciliado con el Papa, celebrando una misa pública juntos y se abrazaron solemnemente.

El papa Francisco comenzó su pontificado rezando ante una imagen de la Virgen en la basílica romana de Santa María la Mayor y celebrando una misa en la capilla Sixtina con todos los 114 cardenales que lo eligieron, ante quienes afirmó que la Iglesia irá adelante "sólo" si camina con la cruz de Cristo. Vestido con los paramentos dorados y la mitra, el Papa ingresó en la Capilla del Vaticano acompañado de los cardenales electores y comenzó a celebrar su misa en latín y pronunció la homilía, centrada en el tema "caminar, edificar, confesar", en italiano, la lengua de su padre.
Jorge Mario Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936 en el seno de una familia modesta del barrio popular de Flores, en la capital federal, hijo de un trabajador ferroviario y una ama de casa, de aficiones bien definidas, y cuándo era niño jugaba futbol, aunque simpatizaba por San Lorenzo, su club con nombre religioso fundado por un cura, y al entrar en el noviciado se dedicó al estudio.
Sus conocidos señalan que nunca abandonó la sensibilidad por los más desposeídos, con quiénes mantenía trato directo incluso siendo arzobispo respondía las cartas que le escribían los pobres.
Pese a su meteórica carrera en la jerarquía católica, continúa siendo un hombre humilde que se despierta a las 4:30 de la mañana y se va a dormir a las 21:00 horas. Viaja en subterráneo, autobús y cuando vuela lo hace en clase turista. y quiénes lo conocen dicen que no le gusta las giras internacionales.
Estudió y se diplomó como técnico químico, y poco después eligió el sacerdocio que le hizo acceder al seminario del barrio de Villa Devoto. En 1958 comenzó el noviciado en la Compañía de Jesús, y se trasladó a Santiago de Chile donde llevó a cabo estudios humanísticos, y en 1964 regresó a Buenos Aires para dedicarse a la docencia de Literatura y Psicología en el colegio de El Salvador.
Cursó estudios de Teología entre 1967 y 1970 en la Facultad de Teología del colegio de San José, en San Miguel de Tucumán. Su sacerdocio comenzó el 13 de diciembre de 1969 fue a España para cumplir su tercer "probandato" (periodo que sirve para preparar intelectualmente a los jóvenes sacerdotes) en la Universidad Alcalá de Henares de Madrid.
La docencia desempeñó un papel muy importante en la biografía del cardenal Bergoglio, ya que impartió lecciones en muchos colegios, seminarios y facultades.
En 1972 regresó a Argentina, después de estar en España para comenzar como maestro de novicios en Villa Barilari, en la localidad de San Miguel, al norte del país.
Su nombramiento como obispo llegó el 20 de mayo de 1992, cuando el papa Juan Pablo II lo designó obispo de la Diócesis de Auca y obispo auxiliar de la diócesis de Buenos Aires. Cinco años más tarde, en 1997 fue nombrado arzobispo co-auditor de Buenos Aires y en 1998, trás la muerte del arzobispo y cardenal Quarracino, se convirtió en el arzobispo de Buenos Aires.
Bergoglio ha tenido una gran presencia en la Conferencia Episcopal Argentina, institución que ha presidido su presidencia durante seis años, de 2005 a 2011, y entre sus publicaciones más conocidas se encuentran "Meditaciones para religiosos" (1982), "Reflexiones sobre la vida apostólica" (1986) y "Reflexiones de esperanza" (1992).
El cardenal argentino que recibió la púrpura de manos de Juan Pablo II el 21 de febrero de 2001, y es miembro de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, del Consejo Pontificio por la Familia y de la Comisión Pontificia por América Latina.
La vital dinámica del papa Francisco ha dado señales de querer hacer un cambio brusco en el estilo de su predecesor, Benedicto XVI, y ha trazado un camino claro para una Iglesia Católica que requiere de cambios para sus fieles y que se ha visto acosada por escándalos, intrigas y luchas internas. Para ello expresó "No debemos caer en el pesimismo, en esa amargura que el diablo pone ante nosotros cada día. No debemos caer en el pesimismo y el desaliento", y dijo a los cardenales congregados en la Capilla Sixtina.
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miércoles, 13 de marzo de 2013

"El cónclave cardinalicio una tradición de los tiempos"

En un clima de suspenso intrigante después de febriles reuniones y consultas con intercambio de opinión, se abre el cónclave con los 115 cardenales que participarán ingresaron a la Capilla Sixtina de 500 años de antiguedad, escenario de las secretas votaciones que comenzarán a elegir al nuevo Papa, sucesor de Benedicto XVI. 
El Maestro de Ceremonias pronunció la frase "Extra Omnes" (todos fuera), y se dió comienzo al cónclave y los cardenales con derecho a voto (por tener menos de 80 años) juraron guardar silencio sobre las deliberaciones que mantendrán hasta elegir al sucesor. Vestidos con sus paramentos rojos y el birrete cardenalicio, los "príncipes de la Iglesia", procedentes de 51 países, atravesaron la Sala Regia para llegar a la Capilla Sixtina, entonando la letanía de los santos y un himno de invocación al Espíritu Santo. 
El espíritu del Renacimiento del siglo XVI puede sentirse en el recinto bajo el exuberante trabajo de Miguel Angel, que trabajó duramente durante cuatro años en un andamio especial antes de terminar los frescos del techo en 1512. Miguel Angel volvió a la capilla más de 20 años después para trabajar en el gran Juicio Final, que ornamenta el altar principal de la capilla. 

El muro de 160 m2 es un impresionante despliegue de santos flotando hacia el paraíso saludados por ángeles con trompetas mientras los condenados se desploman hacia las llamas del infierno, donde les esperan serpientes hambrientas. 
El artista fue acusado en su época de inmoralidad y obscenidad por pintar desnudos sensuales y torturados en una iglesia, cuándo se presentó el trabajo en 1541. Después de la muerte de Miguel Angel, se aprobó una ley para cubrir los genitales ofensivos con "paños de pudor", algunos de los cuáles siguen allí después de una restauración reciente. 
La capilla está iluminada por ventanales en ambos lados, tiene muros laterales decorados por Pietro Perugino, Sandro Botticelli y Domenico Ghirlandaio, cada uno famoso por derecho propio.
La capilla Sixtina se ha usado para celebrar el cónclave desde 1484, después de la muerte del hombre del cuál la iglesia toma su nombre, el "Papa Sixto IV", que ayudó a comenzar el renacimiento artístico del siguiente siglo reuniendo artistas a su alrededor y apoyando sus trabajos creativos. 
La primera vez que se usó éste término para una elección papal fue en un decreto del papa Gregorio X, en julio de 1274, que reglamentó el procedimiento. Más atrás en la historia después de la muerte de Clemente IV, el 29 de noviembre de 1268, en Viterbo una pequeña localidad a 75 kilómetros al norte de Roma, los cardenales se reunieron allí para elegir a su sucesor, pero comenzaron a pasar las semanas, incluso los años, sin que llegaran a un acuerdo. 
Los ciudadanos de Viterbo resolvieron entonces encerrar a los electores pontificios dentro del palacio hasta que cumplieran con su obligación y tapiaron las puertas, ventanas y demás entradas, dejando sólo un agujero para hacerles llegar la comida y les fueron reduciendo las raciones para inducirlos como un calvario. Después de dos años, nueve meses y tres días como el cónclave más largo de la historia, el 1° de septiembre de 1271, los cardenales nombraron a una comisión de seis purpurados, que eligió a Teobaldo Visconti que no era cardenal, ni obispo ni sacerdote, era archidiácono de Lyon y pasó a llamarse Gregorio X. Fue él quién, en 1274, hizo aprobar la constitución Ubi Periculum, con rígidas normas para evitar que las elecciones papales se eternizaran, así se regulaba la dieta de los electores en una progresión de austeridad: a los tres días sin resultado, establecía que se les sirviera a los cardenales sólo un plato de comida por día por cinco días, para reducir finalmente todo a una dieta de pan y agua. A los electores se les limitaba la posibilidad de consultar o enviar misivas con el exterior y se les prohibía la posibilidad de algunas maniobras financieras privadas, según recuerda el historiador del cristianismo Alberto Melloni en su libro "El cónclave, historia de la elección del papa". 
El cónclave más tumultuoso fue en el siglo XIV que terminó desencadenando el Gran Cisma de Occidente, después de un violento asalto popular al Palacio Apostólico el 8 de abril de 1378, donde fue elegido el papa Urbano VI, el cuál se mostró como reformador y antifrancés por lo que a los pocos meses los cardenales declararon inválida su elección, con el argumento de que la votación no había sido libre, y eligieron en su lugar a Clemente VII. Tras 40 años de Cisma, con papas y antipapas, el entuerto se arregló en un tercer cónclave en 1417, con reglas específicas sólo para la ocasión, y del que salió elegido Martín V. 
El cónclave más corto de los últimos 300 años duró menos de 24 horas y eligió al cardenal Eugenio Pacelli, Pío XII, en 1939, y con la misma rapidez tuvo la elección en 1978 de Albino Luciani, Juan Pablo I, trás un encierro de 36 horas, su pontificado duró sólo 33 días. 
En octubre del mismo año, su sucesor fue Juan Pablo II, el papa venido del Este, y entonces los electores se alojaron en claustrofóbicas celdas del Palacio Apostólico, a veces compartidas, con ventanas selladas y baños comunes que tuvieron que soportar el calor como si estuvieran en un sauna. Juan Pablo II quiso corregir tanta incomodidad y construyó la Domus Santa Marta, el hotel dentro del Vaticano donde los electores se alojaron en 2005 y la casa Santa Marta fue inaugurada en 1996, poco antes de que Juan Pablo II promulgara la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, que actualizó las normas electorales suprimiendo la elección papal por aclamación y por compromiso, que de hecho no se utilizaban desde hacía siglos, y además puso por escrito que el cónclave debe celebrarse en la Capilla Sixtina, donde la imponencia del fresco Juicio Final de Miguel Ángel permita recordar la dimensión religiosa del acto eleccionario que será juzgado por Dios. 
La mayoría de los cónclaves del siglo XIX se celebraron en el palacio del Quirinal, sede de la presidencia de Italia y ex residencia de verano de los papas, o en la ciudad donde había muerto el papa anterior. 
Fuente La Nación
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