googlef87c5bb6a5dde55a.html content='pX8WnVSvXsrSCE6ThXyzIIPFKBjDfIQaaLIdDsNIBzY=' ADNpressOnline: 2011-03-13

viernes, 18 de marzo de 2011

Japón;"Catástrofe nuclear fuera de control provoca pánico"

Las explosiones en la planta atómica Fukushima dañada por el terremoto lanzó una nube contaminante de radiación que alcanzó la ciudad de Tokio, lo que elevó peligrosamente el nivel de radiactividad en el archipiélago.
Ante ésta situación Europa calificó como "fuera de control" y "apocalíptica", la seguridad atómica de Japón que depende de 50 técnicos y bomberos que luchaban contra reloj para evitar una nueva fuga radiactiva en la central de Fukushima I , mientras tanto, Francia elevó a 6 la alarma atómica en Japón (en una escala en la que 7 es el máximo, índice sólo alcanzado por Chernobyl), ver video.
El primer ministro de Japón, Naoto Kan, pidió a los habitantes en un radio de 30 kilómetros en torno a la central, una población de 140.000 personas, que permanezcan en sus hogares, en medio de la crisis nuclear más grave desde el desastre de Chernobyl, en Ucrania, en 1986. "La posibilidad de una mayor filtración radiactiva está aumentando", dijo un sombrío Kan en un discurso a la nación.
La radiactividad alcanzó un nivel alarmante cerca de la planta de Fukushima I. "Hablamos ahora de una exposición a radiación que puede poner en peligro la salud humana", dijo el vocero gubernamental Yukio Edano.
En algunas zonas de la central se midió una radiación de 400 milisievert, un valor que supera el límite impuesto para un año en 400 veces.
Reactor 3. Es considerada la unidad más riesgosa de la central, ya que contiene plutonio en vez de uranio. Tiene afectada la estructura del edificio y daños en la pileta de supresión. Los helicópteros del Ejército intentan rociar con agua la unidad para enfriar las sobrecalentadas varillas de combustible nuclear.
Reactor 4. Sufrió dos incendios en 24 horas. Es uno de los reactores más complicados. El gobierno japonés intenta enfriar la unidad a través de un camión cisterna que inyecta agua en la piscina del reactor.
Unos 200.000 pobladores ubicados dentro del radio de 20 kilómetros alrededor del centro nuclear fueron evacuados entre ayer y hoy y las autoridades solicitaron a quienes residen entre los radios de 20 y 30 kilómetros alrededor del sitio que se mantengan en sus domicilios.
Amano, quien viajará mañana a Japón junto a un pequeño grupo de especialistas, afirmó hoy que “no es el momento de afirmar que las cosas están fuera de control, cuando los operarios están trabajando a contrarreloj para estabilizar la situación” y pareció alentador que pudiera elevarse de 50 a 180 el número de operarios que ingresaban en la planta para tratar de estabilizarla, "Son samuráis de la tecnología", dijo un cronista, mezclando la tradición japonesa con la desesperada lucha por enfriar los reactores.
Éstos 50 trabajadores están expuestos no sólo a los peligrosamente altos niveles de radiación que se despiden de los reactores dañados de la central nuclear, sino también al riesgo de las explosiones en la planta y por ello el público japonés ya considera héroes a “los 50 de Fukushima”.
Los sistemas de refrigeración de la planta han quedado neutralizados debido al terremoto y posterior tsunami que devastaron gran parte del Norte de Japón
Con cada hora que pasa se hace evidente que las autoridades se quedan sin recursos para contener la tragedia, a la que se sumó ayer una intensa nevada en la zona más afectada por el sismo. No hay pausa en el castigo que viene cayendo sobre esta geografía y esta sociedad.
Pero el mundo se divide entre los que creen y los que no. Y la sociedad japonesa parece estar irremediablemente en la primera banda porque, aun con todo en contra, cree.
"Tengo los nervios a la miseria", dice una australiana que regresa a casa. Ella puede irse, pero hay millones que no tienen dónde y, antes que eso, no tienen cómo: no hay nafta, los cortes de energía minan el servicio de trenes y los caminos en la zona más afectada están, como sus calles, intransitables. Para millones de personas, la situación es como una enorme trampa en la que quedaron encerradas.
El escenario es tan confuso que ya ni lo que se insinúa como buena noticia se mantiene por mucho tiempo y por tal condición los investigadores dijeron que las autoridades japonesas “no están dando información veraz ni oportuna” sobre lo que sucede en el complejo nuclear de Fukushima.
Se habla mucho de centrales nucleares que tuvieron varias explosiones pero no significa una "explosión nuclear", ya que lo que explotó es la acumulación de hidrógeno y oxígeno en el recinto de contención por causa de la disociación del vapor de agua a elevada temperatura. Así es poco probable a diferencia de la explosión en Hiroshima que requiere un complejo proceso que incluya uranio enriquecido para que funda el reactor, al no tener masa crítica de material fisible. No es tampoco el caso de Chernobyl que fue el accidente más grave con niveles de contaminación. En cambio usar Plutonio 239 como isótopo radioactivo para fabricación de bombas atómicas es de tremenda toxicidad ya que un gramo de ése elemento sirve para provocar cáncer a un millón de personas y su radioactividad perdura casi 250.000 años.
Sin la protección adecuada algunas radiaciones electromagnéticas como los rayos gamma con fragmento de núcleo atómico pueden penetrar en los organismos vivos destruyendo o alterando sus células genéticas.
El primer ministro japonés, Naoto Kan, volvió a advertir que la central de Fukushima I debe ser desmantelada, mientras aumenta la presión internacional para que se amplíe el perímetro de evacuación, tras los altos niveles de radiación registrados a 40 kilómetros por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Respecto a ello, Tokyo Electric Power (Tepco), operador y propietario de la central atómica, considera que será inevitable desmantelar los cuatro primeros reactores, una vez terminadas las difíciles operaciones de enfriamiento que se llevan a cabo y que podrían durar meses.
Mientras tanto, las fugas de radiactividad siguen imparables. En las muestras de agua de mar recogidas a 300 metros al sur de la central, el nivel de yodo radiactivo era 4385 veces superior a lo legal, indicó Tepco.
Por su parte, el OIEA indicó que los niveles de radiación medidos en la población de Iitate, a 40 kilómetros de la central de Fukushima I, superan los niveles recomendados.
La organización ecologista Greenpeace viene advirtiendo desde hace días que la población de Iitate, especialmente niños y mujeres embarazadas, deben salir del lugar. "La AIEA nos ha informado que el nivel de radiación en el suelo superaba los límites previstos por ella y nos ha pedido seguir de cerca la situación en base a esas informaciones", declaró el jefe de gabinete nipón, Yukio Edano.
Ver para recordar desastre de Chernobyl

domingo, 13 de marzo de 2011

Tsunami; la tierra tiembla y la ola se agiganta y arrasa...

El maremoto de otros tiempos nunca se igualó a éste de una magnitud de 8,9 grados,que se produjo en el Océano Pacífico a 24,4 km de profundidad a unos 100 km de la prefectura de Miyagi.
Otro temblor de 6,6 grados sacudió el noroeste del país con réplicas que dejaron miles de muertos y desaparecidos y que afectaron a la central nuclear de Fukushima 1, que presentaba niveles de radiactividad mil veces superiores al permitido del reactor, en el noreste de Japón.
Como consecuencia se ha producido el flagelo del éxodo de la gente que quiere alejarse de las centrales nucleares al crecer la alarma de confirmación de un desastre nuclear, al sufrir por sobrecalentamiento la fusión y provocar la liberación de elevada cantidad de radioactividad a pesar de echar agua del mar para refrigerarlo.
"Considero que la situación actual, con el sismo, el tsunami y las centrales nucleares, es de cierta manera la crisis más grave que enfrentamos en los últimos 65 años, después del fin de la Segunda Guerra Mundial", afirmó el primer ministro, Naoto Kan.
Kan reconoció asimismo que la situación en la planta nuclear de Fukushima 1 sigue siendo preocupante. Horas antes, el gobierno admitió que pudo haberse desencadenado un proceso de fusión de los núcleos de los reactores 1 y 3 de ésa central, situada a 250 km al noreste de Tokio.
La fusión se produce a causa del recalentamiento de las barras de combustible, que empiezan a derretirse como una vela.
En el reactor número 1, el sábado 12 se produjo una explosión que mató a un técnico e hirió a once. Kan ordenó la evacuación de los habitantes en un radio de 20 km, el doble de la distancia fijada el viernes 13. Unas 215.000 personas ya fueron desplazadas.
Los medios dijeron que provocó miles de heridos y millonarias pérdidas materiales y algunos cálculos no oficiales señalados por la agencia de noticias Kyodo, indicaba que habría al menos 100.000 desaparecidos.
Las noticias de desastres de desvastación es de magnitudes inconcebibles que a priori se calcula en U$S 30 mil millones.
Unos 200 cadáveres de personas que probablemente murieron ahogadas por el tsunami aparecieron en la costa de la ciudad de Sendai (noreste), de la prefectura de Miyagi, elevando el número de muertos a 384, mientras que había 707 desaparecidos y 947 heridos, lo que ha llevado al papa Benedicto XVI a sentirse "profundamente triste".
En Sendai, las autoridades indicaron que un barco fue arrastrado por el tsunami, sin otras precisiones y las Imágenes televisivas captadas desde un helicóptero mostraron buques de carga, automóviles y toneladas de materiales de todo tipo arrastrados por una gigantesca marea de agua pardusca estrellándose contra las costas.
También mostraron torrentes de lodo desbordando el cauce del río Natori y en sus costas destruyendo campos en la zona de Sendai.
También provocó na gran explosión que produjo un incendio en un complejo petroquímico de esa ciudad.
El sismo se registró a las 14h46 (05h46 GMT), a 24,4 km de profundidad y a una centena de kilómetros de las costas de la prefectura de Miyagi y a 380 km al norte de Tokio, según datos del Instituto de Geofísica de Estados Unidos (USGS). Fue seguido por decenas de réplicas, una de ellas de magnitud 7,1 y un nuevo sismo, de 6,7 se registró en la costa occidental del país.
El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció que un portaaviones se dirigía a la región para prestar asistencia a la gente desamparada y afirmó que el sismo que sufrió Japón es algo "simplemente desgarrador".
La mayoría de los países del Pacífico lanzaron alertas de tsunami, para prevenir las costas de México, donde el fenómeno representa un "peligro moderado", y amenazaba con extenderse a las costas de América Central y del Sur.
La marea gigante se hará sentir a lo largo de todo el continente, hasta llegar a las 06H07 GMT  a Puerto Williams, en el extremo sur de Chile,pero ésta no trajo mayor consecuencias por llegar la ola atenuada.
La Agencia Meteorológica de Japón advirtió el domingo 13 que existe un riesgo elevado de una réplica de magnitud 7 o superior hasta el miércoles 16, estimando la probabilidad en 70%, declaró el director de la previsión sísmica de esta agencia, Takashi Yokota, al ser citado por los medios de comunicación.
La probabilidad desciende gradualmente y ésta será de 50% del 16 al 18 de marzo.
Las réplicas, de una magnitud de 2 hasta 7, han sido incesantes desde las últimas semanas, después del terremoto más importante ocurrido en Japón, sobre la costa noreste que arrojó más de 10.000 muertos.
Las autoridades japonesas decretaron el estado de emergencia en una segunda planta nuclear, la de Onagawa (noreste), anunció desde Viena la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
En conformidad con la reglamentación japonesa, "la alerta fue declarada tras registrarse niveles de radiactividad que superaban los autorizados en la zona cercana a la central", explicó la AIEA.
La Agencia de Seguridad Nuclear de Japón clasificó el accidente del reactor número uno de Fukushima 1 en el nivel cuatro de una escala de 7. El accidente de 1979 en Three Mile Island (Estados Unidos) fue de nivel 5 y el de 1986 en Chernobil (en Ucrania) llegó a nivel 7.
Las réplicas de temblores asustan tanto como las primeras y difícil de pensar que puedan acabar quedando el piso sin moverse para llegar a una normalidad en un paisaje desolador con gente que deambula desesperada entre miles de cadáveres que devuelve el mar que aterroriza abrumado por el silencio.