googlef87c5bb6a5dde55a.html content='pX8WnVSvXsrSCE6ThXyzIIPFKBjDfIQaaLIdDsNIBzY=' ADNpressOnline: 2011-05-29

lunes, 30 de mayo de 2011

"Perspectiva de la crisis en el default europeo"


Los cinco paises conocidos como Piigs (acrónimo de una desafortunada expresión para designar peyorativamente las economías vulnerables de los países), que son Irlanda, Italia, Grecia, España y Portugal son los que tienen los valores más insostenibles para controlar su deuda pública y privada, y entre ellos los más afectados son Portugal, Grecia y Irlanda por su endeudamiento elevado y aún no tener recibido rescates bancarios por la UE y FMI, no podrán conseguirán salir del defult. A Grecia le será difícil salir en no menos de 10 años del default así mismo que esté ejerciendo un plan de austeridad por tener un 11% de su PBI en ascenso y su deuda pública en un 160% y que podrá amenazar suspender sus pagos si no recibe un rescate financiero de la UE.
En Portugal su estancamiento lleva más de diez años y provocará su insolvencia en el sector público, como así también están aumentando los costos de endeudamiento en España. En Irlanda la falta de transferencia de pérdida del sistema bancario en el balance del Estado que sumada a la deuda pública provocará con el tiempo la insolvencia de la deuda soberana.
Para conseguir restablecer el crecimiento éstos paises se deberán reactivar la productividad y buscar la competividad con austeridad fiscal y despreciación de su divisa con reformas estructurales tales para conseguir sostener la deuda y poder revertir sus déficit comerciales, para acceder a los mercados con superavid, pero la valorización del euro es el inconveniente que impulsa una restricción monetaria y ésto no le permite a los Piigs escapar de su deuda por la incesante inflación al estar atrapados por la eurozona.
En éste apriete los aumentos de salarios exigidos por debajo de la productividad hace difícil reducir costos para restablecer competividad en su producción, y que puede establecer una recesión más profunda si no existe despreciación del euro. Para conseguir establecer un equilibrio entre el saldo de comercio exterior y el valor de la deuda que a su vez inflaciona el consumo interno deberá ésto ser controlado con más producción.
Si el sector privado gasta menos para ahorrar más entraría en la paradoja de la frugalidad de Keynes al reducir su producción y aumentar su deuda en el porcentaje de su PBI, ésto indica que aumentar los impuestos y reducir subvenciones estatales asfixia al crecimiento y aumentaría la deuda.
Si los Piigs no consiguen liberar sus problemas de la inflación, el crecimiento y la devaluación con éste plan los llevaría al fracaso, su opción sería restructurar ordenadamente una reducción de la deuda ampliando fechas de vencimiento de pagos, reducir tasas de interés de la nueva deuda con emisión de bonos a mediano plazo, para evitar que las entidades financieras arrastren sus pérdidas.
De ésta forma los titulares de deuda cambiarían bonos por otros activos vinculados al PBI con mayor interés a más largo plazo, como así es necesario reducir la deuda hipotecaria de los accionistas en su valor nominal para convertirla en patrimonio, para evitar la absorción de los bancos por el Estado y la socialización cause una crisis en la deuda soberana.
Así fueron aplicadas las innovaciones utilizadas en la década del 1980-90 por los países en desarrollo latinoamericanos saturados de deuda donde la inflación galopante no les permitía desarrollarse ni crecer por la falta de inversión ni acceso a préstamos externos.
La crisis helena es comparable con lo sucedido en la Argentina en 2001. Según el profesor de la Universidad de Nueva York, Grecia debe “abandonar el euro y volver a una moneda nacional y lograr una depreciación masiva nominal y real”. Sin embargo, el economista cree que la idea de dejar la moneda aún es un tema tabú para la dirigencia europea. “Supondría grandes pérdidas comerciales y de capital en el resto de la eurozona, como sucedió en la Argentina con la pesificación de su deuda en dólares”, consideró Roubini esta semana.
El porqué de “los casos de Argentina y Grecia son comparables, es por la rigidez que impone un tipo de cambio fijo y por los efectos potenciales de un default o de una quita en el valor de la deuda sobre los balances de los bancos griegos”, y la lección que Atenas debe aprender de Argentina es que “frente a una situación de sobre-endeudamiento la mejor cura es el restablecimiento de la solvencia” en el propio país para comenzar a desarrollarse.
La situación griega, cuyo déficit fiscal es de 10,5%, y su deuda soberana es 1,5 veces mayor que su Producto Bruto Interno (PBI), estremeció a la Unión Europea, ante el temor de que la crisis genere problemas en los mercados internacionales y arrastre a Portugal, Irlanda, Italia y España –los países con más déficit fiscal por tal motivo fueron bautizados como los Pigs (cerdos)–.