El crecimiento económico chino afianzó en los últimos años la política del Partido Comunista al permitir contener las tensiones sociales en una sociedad de de régimen totalitario.
Su modelo económico promocionó las exportaciones con costos bajos de sus productos tecnológicos para lograr que China tenga una gran incidencia en conquistar los mercados mundiales,siendo la tercera inversión extranjera disputando a la par el primer puesto con los EE.UU de su PBI.
Consiguió en su amplio territorio expandir el consumo interno en sus propias regiones que estaban antes marginadas.
El Estado chino adoptó una relación más humana para liderar la seguridad social solapado en las apariencias para conseguir mantener el poder y garantizar su gobernabilidad.
Ésto fue un error porque faltó libertad política y no consiguió desacelerar la economia al no poder incrementarse la legitimidad del Partido sin tener más crecimiento económico, de allí la caída de las bolsa en Shanghai al generar el temor de los líderes del Partido que buscaron en la clave económica con la devaluación del yuán para permitir aumentar las exportaciones y acelerar la economía.
En América es el tercer socio comercial de muchos países en la región Sudamericana que concentra varios rubros vinculados a los derivados de recursos naturales entre ellos la soja, y por ello son con las importaciones que China manufactura su medio y alto desarrollo de contenido tecnológico en una diversidad de productos.
La Cepal en sus vínculos comerciales con China no le favorecieron la expanción de la actividad económica de la mano de obra, salvo Brasil y Chile que tienen superavid en su balance de pagos, con respecto a otros países que tuvieron pérdidas de divisas en sus balance.
Ante la devaluación del yuán los países de la región latina que comercian con China se amplió, para reducir su diferencia de superavid con Brasil y Chile entre 2013 y 2014 en un 60%.
Además a todo ésto habrá que sumar la baja del precio internacional de los commodities (soja, petróleo, trigo, etc) lo cuál la exportaciónes de la región hacia China estará condicionada y no asegura el ingreso de divisas suficientes lo cuál pondrá en jaque al comercio intrarregional, al desplazar a algunos países latinoamericanos que son proveedores de manufacturas de bajo y medio contenido tecnológico, y el Mercosur será la víctima de éste proceso de la devaluación, ya que las manufacturas chinas ganarán competividad frente a los productores locales.
Frente a la falta de negociación regional no le será prometedor con el gigante asiático por las asimetrías de poder pero si a favor de China.
Para el caso del escenario argentino que registró un déficit de más de US$ 6.000 Millones en 2013 y que viene acumulando unos US$ 25.000 millones desde 2008, las exportaciones a China entre 2010 al 2014 se concentraron en poroto de soja un 70%, aceite de soja un 10%, petróleo crudo un 12% y suman un total de 92% exportado y con la devaluación del yuan se ampliará el déficit y pérdida de divisas.
Considerando que el 40% de electrodomésticos usados son de origen chino contribuirá a erosionar la alianza con Brasil ya que China lo viene desplazando sistemáticamente en su manufactura, y todo parecería indicar que es necesario ajustar la política comercial entre ambos países.
