En Medio Oriente, gesto de reconciliación por la oración de mediación Papal por la paz

La misión arriesgada del Papa Francisco en su viaje por los paises mas conflictivos recorriendo un peregrinaje religioso y político con el patriarca Bartolomé I con el objeto de recordar al abrazo que en 1964 se realizó entre Pablo VI y el patriarca ortodoxo Atenágoras después de cinco siglos de división.
También está el costado político de la gira que indaga y analiza la situación del Medio Oriente que Francisco sorprendió con su gesto inesperado al invitar al Vaticano, a los Presidentes Shimon Peres y Mahmoud Abbas representantes israelí y palestino, que tienen una pugna desde hace 66 años por la paz que se llevó el viento del desierto en la Tierra Santa.

El Papa quiere resucitar el diálogo de paz para cambiar el clima de escepticismo que reina desde mucho tiempo sin resultados positivos, y comienze ahora a tener avances reales.
Es una jugada valiente y arriesgada de Francisco cuándo demostró ir al muro de los lamentos y dejar una carta con el Padre Nuestro que rezó para ayudar a desentrañar el conflicto añejo y complejo que se considera como "la madre de todos los conflictos". Los obstáculos enfrentados están en Peres con el fallecido palestino Yasser Arafat, con visiones distintas del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, que provocó las negociaciones de paz cuándo el partido de Abbas (Al- Fatah) quiso hacer un acuerdo de unidad palestina con el grupo islámico Hamas.
Las tratativas terminan empantanadas al chocar cuestiones fronterizas, asentamientos israelíes de ocupación, la inseguridad y el estatuto de Jerusalém que reúne las tres religiones que disputan su lugar monoteísta.
Por su parte el rabino jefe de Roma, Ricardo Di Segni se manifestó contrario a la cumbre religiosa entre Abbas, Peres y el Papa por considerar al Vaticano estar involucrado en el conflicto palestino-israelí y no puede ser mediador, y también disgustado por la oración en el muro de Belén del pontífice, al considerar que la Ciudad del Vaticano está amurada históricamente y nadie puede entrar, y el día que éstos muros se abran yo creeré en la oración Papal, expresó Di Segni.

Los muros existen por la violencia y la protección poblacional entonces es inútil hacer retórica de muros, expresó más allá de los intereses en juego.
Francisco está convencido del poder de la oración y la acción de Dios en la humanidad al demostrarlo cuándo convocó con su gesto al ayuno por la paz de Siria.

Francisco recordó que "la construcción de la paz exige sobre todo el respeto a la libertad y a la dignidad de la persona humana, que judíos, cristianos y musulmanes consideran igualmente creada por Dios y destinada a la vida eterna". "Habrá tratativas de paz para que exista un Estado de Israel y uno Palestino, estamos listos para ésa paz", confirmó Peres, el premio Nobel de la Paz. "Creo que su visita y su llamamiento a la paz tendrán eco en toda la región y contribuirán a revitalizar los esfuerzos para completar el proceso de paz entre nosotros y los palestinos, fundamentado [en la idea] de dos estados viviendo en paz". "Un Estado judío, Israel, y un Estado árabe, Palestina", concluyó.

Francisco subrayó además que se debe rechazar "cualquier tipo de discriminación por motivos raciales o religiosos, la pretensión de imponer el propio punto de vista en perjuicio de los derechos del otro, el antisemitismo en todas sus formas posibles, así como la violencia o las manifestaciones de intolerancia contra personas o lugares de culto judíos, cristianos y musulmanes".


Francisco recordó también que "la construcción de la paz exige sobre todo el respeto a la libertad y a la dignidad de la persona humana, que judíos, cristianos y musulmanes consideren igualmente creada por Dios y destinada a la vida eterna". "Qué Jerusalén sea verdaderamente la ciudad de la paz. Qué resplandezca plenamente su identidad y su carácter sagrado, su valor universal religioso y cultural, como tesoro para toda la humanidad. Qué bello que los peregrinos y los residentes puedan acudir libremente a los lugares santos y participar en las celebraciones", agregó.

Un fortísimo abrazo entre un judío Abraham Skorka, un cristiano y un musulmán Omar Abboud marcó el momento cumbre de la última jornada del Papa Francisco en Tierra Santa. Al finalizar la misa en el lugar más sagrado de los judíos, Abraham Skorka y Omar Abboud salieron a su encuentro muy emocionados y los tres hombres se dieron un fuerte abrazo y dijeron una frase: "Lo logramos". Después del abrazo, el papa estaba feliz al igual que el rabino y el líder musulmán como así la misma felicidad las autoridades judías y para los tres religiosos, éste acto ha sido el gran ejemplo para el mundo entero.