El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha anunciado en una declaración institucional desde el Palau de la Generalitat que, si el 'sí' a la independencia es mayoritario, se aplicará el procedimiento previsto en la Ley del Referéndum para proclamar la ruptura con España.
Carles Puigdemont deja claro: habrá referéndum, diga lo que diga el Constitucional. "Es una ley que ya no puede ser impugnada por este sistema político español. Ya no puede. Es una ley vigente, es una ley que emana de la soberanía del parlamento de Cataluña"
A su juicio se ampara en los derechos humanos y el derecho de autodeterminación, es más confía en que la Unión Europea ayudará a la independencia. "Si ha acabado sentada alrededor de una mesa gente llegada a la independencia de violentas guerras, ¿cómo no van a sentarse con gente civilizada que ha hecho de la paz, la democracia y la urna como nuestro único vehículo?". Así pide a los suyos que no se crispen para no perder las garantías del referéndum que se basa en la gente.
Y pone de ejemplo la reacción de los gritos y bronca contra la Guardia Civil, que también pasa por alto la CUP con su portavoz Núria Gibert que carga tintas contra el Gobierno. "Una muestra más de las ganas de interlocución que hay en el Estado español y de la poca habilidad para resolver un conflicto político".
El director del medio de comunicación, Francesc Fábregas por imprimir papeletas para ir a votar tendrá que comparecer en el juzgado después de negarse a declarar ante los agentes en la comandancia.
"Las instituciones catalanas tienen el deber de respetar y de llevar a cabo lo que hoy han decidido los ciudadanos", ha dicho Puigdemont en una declaración institucional en la que ha estado acompañado de todos los consellers del Govern. El Govern asegura haber contabilizado 2.262.424 papeletas "no requisadas" en el referéndum del 1° de octubre y ha anunciado que el 'sí' ha vencido en el referéndum sobre la independencia con el 90% de votos favorables y un 7,8 en contra según el conteo de la Generalidat.
En buen número de colegios, de hecho, las mesas simplemente se limitaron a anotar el número de DNI, lo que propició, como pudo comprobarse que se pudiese votar por duplicado o triplicado, o que incluso personas con residencia fuera de Cataluña pudiesen votar.
Se votó sin garantías, y no responde a una consulta homologable, aunque decenas de miles de personas en la calle y el secesionismo celebrando la jornada como una victoria es tan solo el anticipo de una ruptura que anuncian como inminente.
Si la ruptura entre las instituciones catalanas y las del resto del Estado es irreversible -al menos con los actuales liderazgos en Cataluña-, la quiebra y la conmoción alcanza también al frente constitucional del PSOE, y de manera especial del PSC, en las que su apoyo a las políticas del Gobierno en Cataluña ha sido valorada por el Ejecutivo, para responsabilizar a partes iguales al presidente Rajoy y a los líderes independentistas.Trás una jornada que el independentismo celebró como victoriosa, y el constitucionalismo como un día negro, el «proceso» catalán entra en una nueva crisis y de más grave dimensión.
