Con la asunción el 20 de enero cuándo Trump asumió la 45° presidencia en EE.UU., se vive un tiempo de inflexión e incertidumbre en el comercio exterior y en las relaciones internacionales, extendida por una clara transición de la multilateralidad de Obama, a la bilateralidad del nuevo presidente.
Trump hizo hincapié que a diferencia de Canadá con la que mantendrá buenas relaciones, en la frontera sur con México se da una situación "mucho más grave", con un comercio que argumentó, "no ha sido justo" para Estados Unidos.
Tampoco dudó en ratificar su política migratoria que ya comenzó a concentrarse con un aumento de las deportaciones en todo el país, según denunciaron organizaciones civiles.
El efecto directo de éstas medidas en Argentina es evidente con la suspensión de la importación de limones y carnes de la Argentina, la suspensión de las inversiones a partir de la política “wait and see” adoptada por las empresas estadounidenses, y la suspensión lisas y llana del programa de apertura de oficinas en cada provincia y en ciudad de Buenos Aires, para impulsar las pymes y las economías regionales en su intento de ingresar el mercado estadounidense.
Pero mucho más importante son los impactos indirectos en la decisión de Trump de poner trabas al ingreso de productos de México y China, entre otros, que originará sobrestocks que intentarán colocarse en otros mercado, principalmente en Latinoamérica, como lo confirmó el Financial Times, y aquellos países que estén más atrasados en la agenda de la competitividad, serán los más vulnerables. Éstos son tiempos de amenazas y turbulencias, pero son también los que generan oportunidades que no deben desaprovecharse en materia de comercio exterior y ratificar una agenda de prioridades que tiene el Mercosur para acelerar un acuerdo con UE-Mercosur, y al acuerdo Mercosur-Alianza del Pacífico.
Existe un cierto optimismo con la visita de Macri a España para ratificar la política comercial argentina con la misión de avanzar en los acuerdos con una Unión Europea que acepte resignarse al fracaso del acuerdo con EEUU y ampliar el acuerdo con el Mercosur.También reactivar los lazos con Brasil, principal socio comercial, pero teniendo en cuenta el total del PBI del Mercosur, donde el 73% lo genera Brasil y la Argentina solo el 23%; en una relación poblacional de 79% a 29%, ya que Brasil sólo exporta al Mercosur el 9%, contra el 22% de las exportaciones de Argentina.
En relación al vínculo con China, Brasil y Argentina éstas tienen distinto grado de alianzas y acuerdos. La cantidad de medidas no arancelarias vigentes, ya que la producción de Brasil es infinitamente mayor que la de Argentina, 461 contra 87, y 756 a 186 respectivamente.
Las asimetrías impositivas también son notorias, un exportador industrial argentino paga el 18,5, contra el 9, 5 del brasileño y por lo tanto deben ser tomadas en cuenta para tener conciencia de los límites de los acuerdos posibles.
A solo tres semanas de la investidura del magnate republicano, la irlandesa "Paddy Power" calcula en un 20 % (4 contra 1) las opciones de que el Congreso estadounidense realice éste mismo año un "impeachment", o juicio político, que termine con su mandato antes de tiempo.Quiénes apuestan no están del todo convencidos de que los próximos cuatro años vayan a ser fáciles y creen que podría estar fuera de la Casa Blanca, por un 'impeachment' o una renuncia, más pronto que tarde", y la asunción del vice presidente Bannon a la presidencia.
Para ello ya algunas firmas han abierto secciones de apuestas "especiales" sobre Trump que han aprobado desde sus primeros días de mandato por sus medidas polémicas como el veto migratorio a los nacionales de siete países de la mayoría musulmana.
Según las apuestas de los jugadores de "Ladbrokes" ven más probable que el republicano visite éste año el Reino Unido un (78 % de posibilidades), que Rusia con un (45 %), y creen que en caso de acabar su mandato, no será reelegido en 2020, con una probabilidad del 67 %.
Para apostar que Trump se mantendrá al frente de Estados Unidos hasta 2024 aportaría a un jugador 50 libras (58,5 euros) por cada libra apostada (1,17 euros), dado que las posibilidades de que eso ocurra están en el 2 % de chance.
Según los usuarios de la casa de apuestas "Paddy Power", la primera visita de Estado de Trump será a Eslovenia (35 % de posibilidades), país de origen de la primera dama, Melania Trump.
A una primera visita a Canadá se paga 10 contra 3 (un 23 %), a México 7 contra 1 (12,5 %) y a China 12 contra 2 (8 %). Por otra parte, el principal favorito para ser el primero en abandonar el equipo de Trump es el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, cuyo despido se paga a cuatro libras por cada libra apostada (20 % de posibilidades).
Las apuestas no serán ninguna fortuna para ganar comparativa a las del millonario Trump, pero será divertida para la gente apostadora conocer cuándo tiempo durará su "apocalipsis", algo que para muchos será una terapia de alivio y para otros les calmará sus nervios para mejorar su perdido sueño americano.
