googlef87c5bb6a5dde55a.html content='pX8WnVSvXsrSCE6ThXyzIIPFKBjDfIQaaLIdDsNIBzY=' ADNpressOnline: 2011-08-07

lunes, 8 de agosto de 2011

EE.UU; crisis recesiva suma escepticismo en el liderazgo de Obama


WASHINGTON.- Después del acuerdo para elevar el presupuesto a U$S 2 mil billones para paliar la deuda federal fue aprobado.
Es una catástrofe para el presidente Barack Obama y su partido ya que el acuerdo perjudicará a una economía que ya está en recesión grave más aún con el eterno problema que tiene el déficit norteamericano y más importante todavía al demostrar que la extorsión descarada funciona en la oposición y no tiene costo político, ésto arrastraría a Estados Unidos por el sendero de las repúblicas bananeras.
Las encuestas muestran que la confianza en el gobierno está en decadencia desde la última década y la gente está molesta y descontenta porque los votantes les gusta que sus representantes cumplan con sus promesas y trabajo. Pero ahora los políticos tratarán de sacar rédito como sea y culparán a sus opositores de sus negligencias por lo cuál los resultados se verán en las elecciones del 2012.
Económicamente el país atraviesa una profunda depresión y seguirá fuertemente deprimido durante todo el año que viene y continúe también durante 2013, o algo más.
La peor medida es recortar el gasto público ya que deprimirá la economía aún más. Están los que invocan al hada de la confianza de los mercados,y aseguran que las enérgicas medidas presupuestarias transmitirán tranquilidad a los inversores y los consumidores y que conseguirán lograr que gasten más, pero las cosas no funcionan así demostrado por numerosos estudios anteriores que constan en los registros históricos.
Recortar el gasto con la economía deprimida no aliviará mucho la situación presupuestaria, ya que las tasas de interés que se endeuda el gobierno federal son muy bajas, así que un recorte del gasto ahora no hará mucho por reducir el costo de los intereses futuros y conseguir debilitar la economía ahora, más también dañará sus perspectivas a largo plazo, reduciendo a su vez los ingresos futuros. Así que ésos exigentes recortes del gasto de la actualidad son como el pan para hoy y hambre para el mañana.
El presidente Obama en tanto habla de recortes del gasto público, sin aumentos de los ingresos pero cree en hacer futuras reducciones del déficit, y si esas recomendaciones son aceptadas, habrá más recortes del gasto.Los republicanos tendrán incentivos para hacer concesiones porque los gastos en defensa están en la mira de los recortes y los republicanos acaban de demostrar que están dispuesto a dejar que se produzca un colapso financiero a menos que su ala más dura obtenga todo lo que quiere.
Lo más probable es que los republicanos se envalentonen por el modo en que Obama sigue retrocediendo frente a sus amenazas cuando extendió todos los recortes impositivos de George W. Bush, y se ha rendido ahora frente a la descarada extorsión sobre el endeudamiento.
¿Tendría el presidente Obama alguna alternativa esta vez? Sí. Para comenzar, podría y debería haber pedido un aumento del techo de endeudamiento cuándo en diciembre pasado le preguntaron por qué no lo hizo, respondió que estaba seguro de que los republicanos actuarían con responsabilidad y no fue así por lo cuál lo dejaron seguír participando.
El gobierno de Obama ahora podría haber recurrido a maniobras legales para sortear el techo de endeudamiento, para lo cual contaba con algunas opciones; en circunstancias normales, habría sido un recurso extremo, pero frente a la actual realidad de lo que está pasando en una extorsión descarada de parte de un partido que sólo controla una de las cámaras del Congreso, habría sido totalmente justificable. El presidente Obama también podría haber usado la opción de la artimaña legal para fortalecer su posición en las negociaciones, sin embargo hizo todo lo contrario: descartó todas esas opciones desde el principio.
De hecho, quién fuera un inversionista y viera que el presidente está dispuesto a plantarse ante la extorsión de la extrema derecha, se sentiría más tranquilo, y no más preocupado. En cambio, Obama eligió mostrar lo contrario.
Así todos pierden y lo que estamos presenciando es una catástrofe en todos los planos como catástrofe política para los demócratas, que hace unas semanas parecían haber dejado en retirada a los republicanos y sus planes para desmantelar Medicare; ahora Obama arrojó todo a la basura y el daño continúa porque habrá más situaciones cerradas en las que los republicanos tendrán oportunidad de amenazar con generar una crisis a menos que el presidente se rinda, y ahora pueden actuar confiados en que así será.
Sin embargo, los demócratas no serán los únicos perdedores ya que los republicanos lograron salirse con la suya al poner en duda todo el sistema de gobierno. Al fin y al cabo, si el partido está dispuesto a ser más despiadado y poner en peligro la seguridad económica de la nación, para lograr dictar las políticas de Estado,entonces ¿cómo va a funcionar la democracia norteamericana?, la respuesta: es que probablemente no funcione...