googlef87c5bb6a5dde55a.html content='pX8WnVSvXsrSCE6ThXyzIIPFKBjDfIQaaLIdDsNIBzY=' ADNpressOnline: 2010-01-24

lunes, 25 de enero de 2010

En su primer año de Obama, expertos analizan su relación con el mundo

En el discurso de aceptación del Nóbel por la paz, "En algún lugar hoy un jóven manifestante espera la brutalidad en su gobierno...pero ella se esfuerza por la justicia" dijo Obama al referirse a Neda Agha Soltan, una jóven iraní que fue muerta públicamente por su gobierno durante manifestaciones en Teherán y fuera grabada en video y difundida por el mundo.
Con el silencio de Obama ante el hecho de crímenes en el régimen iraní, los jóvenes manifestantes criticaron al gobierno de Obama como demasiado pragmático en la toma de decisiones.
En verdad Obama con el tiempo acabaría criticando a tales hechos iraníes de represión, pero su tono inicial fue idealista para intentar conseguir un diálogo con Irán por la tensión existente en su año que continúa entre diálogo diplomático y la realidad.
La visión de Obama proviene de la márgen democrática militarista de Franklin Roosvelt al conseguir ganar una guerra mundial para luego fundar la ONU , pero también no deja de ser multilateralista como la política de George Bush padre y realista como la de Richard Nixon que terminó en una guerra impopular al atreverse a crear lazos con China Roja.
El mundo de Obama gira entre dos guerras frente a un adversario violento y apátrida que no desea diálogo ni negociaciones, sino maneja aspiraciones ideológicas. Así el atentado frustrado a la llegada a Detrit de hacer estallar una bomba en el avión de la Delta procedente de Amsterdam por el nigeriano Omar Faruk Abdulmutalab, es la respuesta al terror en una batalla por la seguridad nacional que solo depende de la logística, inteligencia y cooperación mundial.
Pero los regímenes están ávidos por armas nucleares que Obama no quiere y debe enfrentar, ésto liderando una superpotencia que no podrá siempre depender de la prédica, sino de la imposición.
Su política exterior pragmática es un nuevo padrón para conseguir guiar a EE.UU, al ser visto como un líder de la deliberación por las diez reuniones realizadas sobre la seguridad para tomar decisión en Afganistán con el envío de 30.000 tropas que fuera anunciada el 1° de diciembre en West Point, que algunos analizan para entender su política democrática. Otros por su parte ven una estrategia de adversarios de los EE.UU como Irán como una diferencia desmedida hacia Oriente.
La "Doctrina Obama" que entra en su segundo mandato deberá definir su política exterior bajo un paraguas de evolución realista, y los recursos disponibles para acordar compromisos como reconocer el cambio en la distribución del poder mundial en Asia, y sus límites estadounidenses, así también como enfrentar el problema mundial del calentamiento global y la proliferación nuclear, son los temas más restrictivos a los intereses nacionales en EE.UU.
John McCain expresó que "Afganistán e Irán son guerras heredadas y no es fácil encontrar su lugar en la Docrina Obama", pero sí achicar los objetivos diplomáticos para encontrar un acuerdo común. Otros analistas opinan que una reducción de objetivos para redefinir el poder norteamericano frente a su política exterior al estilo de George Bush padre, así como Madelaine Albright directora del National Security Network dice que; "También hay un siglo XXI diferente por lo que Obama está haciendo diferencia al incluir la diseminación del poder mundial con países como China. India y Brasil".
El retorno de Obama hacia una política exterior más tradicional norteamericana entre realismo y idealismo americano estaría intensificado por la guerra de Afganistán y la incertidumbre del plan nuclear iraní.
"La guerra consume presidencias" recuerda Bruce Riedel, ex funcionario de la CIA al enviarle un informe a Obama sobre la situación en Afganistán y estimar que Obama tiene hasta 24 meses para demostrar que la guerra en Afganistán puede ser controlada.
Con respecto a Irán, Obama cree en nuevas sanciones para disuadir a los ayatolas de construir una bomba nuclear.
A lo largo de la historia pocos presidentes transformaron las relaciones multinacionales del exterior, pero Obama puede ser uno de ellos por el desafío que enfrenta al estar inmerso en los pantanos de Afganistán, que podría redefinir las relaciones de EE.UU con las otras potencias mundiales guiado por la esperanza de forjar un mundo mejor, y si lo consigue a ésto podría llamarse la "Doctrina Obama".