La cumbre europea reunida en Bruselas por la crisis de la deuda en la zona euro,buscará aprobar el nuevo Tratado para reforzar la disciplina fiscal en la eurozona, terminó monopolizada por la exasperación que provocó la propuesta alemana de poner la política presupuestaria de Grecia bajo la tutela del bloque.A pesar de un clima de gran tensión, 25 de los 27 países europeos adoptaron el nuevo pacto de disciplina presupuestaria. El Tratado incluye "sanciones automáticas" para los países que superen el 3% de déficit excesivo y obliga a los Estados de la eurozona a incorporar a sus legislaciones nacionales, preferiblemente a nivel constitucional, una regla de oro que limite el déficit al 0,5% del PIB, como ya hizo España.
La idea de colocar a Grecia bajo control de un supercomisario europeo , instalado en Atenas y dotado de derecho de veto sobre los gastos de ese país, había sido propuesta en un documento de trabajo producido por el Ministerio de Finanzas alemán y distribuido a altos funcionarios de los países de la zona euro. Pero la irritación que provocó fue tan generalizada que la canciller alemana, Angela Merkel, se vió obligada a hacer un mea culpa minutos antes de la cumbre.
La idea de colocar a Grecia bajo control de un supercomisario europeo , instalado en Atenas y dotado de derecho de veto sobre los gastos de ese país, había sido propuesta en un documento de trabajo producido por el Ministerio de Finanzas alemán y distribuido a altos funcionarios de los países de la zona euro. Pero la irritación que provocó fue tan generalizada que la canciller alemana, Angela Merkel, se vió obligada a hacer un mea culpa minutos antes de la cumbre.
El Financial Times reveló una propuesta de Alemania para que Grecia ceda el control sobre su presupuesto a un comisario nombrado por la UE, que podría vetar decisiones de gobierno y supervisar la aplicación de medidas.
"Estoy totalmente en contra de crear una comisión que tendría por única misión controlar a Grecia. Es realmente inaceptable", advirtió Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo y primer ministro de Luxemburgo.ia ceda el control sobre su presupuesto a un comisario nombrado por la UE, que podría vetar decisiones de gobierno y supervisar la aplicación de medidas.El primer ministro griego, Lucas Papademos, entró en la sala de reuniones sin decir una palabra, mientras que el canciller austríaco, Werner Faymann, afirmó: "La propuesta alemana no sirve y va en la dirección equivocada". "Los griegos no están cumpliendo con las reformas", dijo el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt. "Grecia debe respetar los compromisos asumidos", recordó el jefe del gobierno holandés, Mark Rutte. Buscarán, asimismo los mecanismos para complementar ésta política de austeridad con medidas que impulsen el crecimiento y reduzcan el desempleo, con el objetivo de recuperar la confianza de los mercados y frenar la crisis de deuda.
Entre las medidas que estarán sobre la mesa para fomentar el empleo se destaca la redistribución de 82.000 millones de euros de fondos comunitarios sin utilizar correspondientes al período 2007-2013. Además, prevén respaldar que cada país elabore "planes nacionales de empleo", que serán supervisados por la UE, y recomendar la rebaja de los costos laborales no relacionados con los salarios. Para impulsar la incorporación de los jóvenes al mercado laboral, propondrán fomentar programas de becas, prácticas y estadas en el exterior, así como facilitar la movilidad.
Atenas debe demostrar que realizó progresos de disciplina presupuestaria si quiere recibir un segundo paquete de rescate de 130.000 millones de euros y quiere convencer a sus acreedores privados de condonarle 100.000 millones de euros de deuda.
En éste clima de extrema tensión, los líderes europeos consiguieron adoptar el nuevo tratado que establece una mayor disciplina presupuestaria común.
Este pacto prevé la instauración de una "regla de oro" que obligará a los países signatarios a respetar "presupuestos equilibrados" o "excedentes" durante un ciclo económico. También prevé la introducción de sanciones casi automáticas contra el descontrol presupuestario.
El primer ministro griego, Lucas Papademos, anunció la "total convergencia" con sus aliados políticos sobre el plan de austeridad necesario para que la UE y el FMI acepten financiar el rescate. Papademos calificó de "difíciles" las negociaciones con ambas instituciones, pero señaló que el apoyo logrado al cabo de una reunión con sus aliados le permite a su gobierno "negociar en las mejores condiciones posibles".
Los dirigentes europeos también adoptaron un futuro Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que dispondrá de una capacidad efectiva de préstamo de 500.000 millones de euros. El MEDE sucederá a partir del 1° de julio de 2012 al actual Fondo Europeo de Estabilidad Europea (FEEF), creado en el peor momento de la crisis en mayo de 2010 con el objeto de ayudar a los países más frágiles de la eurozona pero no consiguió positivar sus objetivos.
Por su parte los parlamentarios italianos acordaron dar luz verde a un drástico recorte de sus salarios, aceptando el plan de austeridad impulsado en diferentes sectores de la economía por el premier Mario Monti. Los 630 diputados reducirán su salario en 1300 euros brutos al mes.
Entre las medidas que estarán sobre la mesa para fomentar el empleo se destaca la redistribución de 82.000 millones de euros de fondos comunitarios sin utilizar correspondientes al período 2007-2013. Además, prevén respaldar que cada país elabore "planes nacionales de empleo", que serán supervisados por la UE, y recomendar la rebaja de los costos laborales no relacionados con los salarios. Para impulsar la incorporación de los jóvenes al mercado laboral, propondrán fomentar programas de becas, prácticas y estadas en el exterior, así como facilitar la movilidad.
Atenas debe demostrar que realizó progresos de disciplina presupuestaria si quiere recibir un segundo paquete de rescate de 130.000 millones de euros y quiere convencer a sus acreedores privados de condonarle 100.000 millones de euros de deuda.
En éste clima de extrema tensión, los líderes europeos consiguieron adoptar el nuevo tratado que establece una mayor disciplina presupuestaria común.
Este pacto prevé la instauración de una "regla de oro" que obligará a los países signatarios a respetar "presupuestos equilibrados" o "excedentes" durante un ciclo económico. También prevé la introducción de sanciones casi automáticas contra el descontrol presupuestario.
El primer ministro griego, Lucas Papademos, anunció la "total convergencia" con sus aliados políticos sobre el plan de austeridad necesario para que la UE y el FMI acepten financiar el rescate. Papademos calificó de "difíciles" las negociaciones con ambas instituciones, pero señaló que el apoyo logrado al cabo de una reunión con sus aliados le permite a su gobierno "negociar en las mejores condiciones posibles".
Los dirigentes europeos también adoptaron un futuro Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que dispondrá de una capacidad efectiva de préstamo de 500.000 millones de euros. El MEDE sucederá a partir del 1° de julio de 2012 al actual Fondo Europeo de Estabilidad Europea (FEEF), creado en el peor momento de la crisis en mayo de 2010 con el objeto de ayudar a los países más frágiles de la eurozona pero no consiguió positivar sus objetivos.
Por su parte los parlamentarios italianos acordaron dar luz verde a un drástico recorte de sus salarios, aceptando el plan de austeridad impulsado en diferentes sectores de la economía por el premier Mario Monti. Los 630 diputados reducirán su salario en 1300 euros brutos al mes.
